Zona núcleo: se sembró menos soja pero mejoró el rendimiento
La campaña de soja 2023/24 concluyó en la zona núcleo de Argentina, y a pesar de los múltiples desafíos, los rendimientos fueron favorables. Según la Guía Estratégica del Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), de las 5,01 millones de hectáreas previstas inicialmente, se implantaron 450.000 hectáreas menos. Esta diferencia se cubrió con maíz, cuyo cultivo superó las previsiones iniciales en 500.000 hectáreas.
El éxito de la soja en esta campaña se debe principalmente a la mejora en los rendimientos. En promedio, la zona núcleo alcanzó 40,5 quintales por hectárea (qq/ha), superando las expectativas iniciales de 37 qq/ha. Este rendimiento permitió una producción total de 17,9 millones de toneladas, apenas 300.000 toneladas por debajo del promedio de los últimos 15 años.
Las lluvias de marzo, abril y principios de mayo causaron retrasos significativos en la cosecha, afectando la calidad del grano en varias áreas. Las infecciones por hongos como Cercospora y la pérdida de rendimiento en zonas que recibieron entre 300 y 350 milímetros de lluvia fueron problemas destacados. Además, el calor extremo causó retención de hojas y tallos verdes, complicando aún más la recolección.
A pesar de estas dificultades, la trilla continuó en condiciones subóptimas, con plantas vulnerables y pérdidas por desgrane incrementándose. La disminución de las lluvias en mayo permitió finalizar la cosecha, aunque con un atraso de casi 30 días respecto al promedio de las últimas cinco campañas.
Perspectivas para el Trigo 2024/25
La GEA confirmó el inicio de la siembra de trigo para la campaña 2024/25, con perspectivas cada vez más positivas. Inicialmente, se esperaba un aumento del 5% en la superficie destinada al trigo, que luego subió al 8% la semana pasada y ahora se estima en un 10%.
El interés de los productores por incrementar la superficie sembrada es evidente, reflejado en el aumento de consultas sobre la siembra. La relación favorable entre los precios de insumos y productos está influyendo positivamente en las decisiones productivas, y se espera que las siembras se realicen con buenas dosis de fertilización.
Los técnicos de la BCR señalaron que, aunque hay humedad en el perfil del suelo, la humedad en la cama de siembra es suficiente para unas dos semanas, por lo que se está aprovechando al máximo este periodo para llevar a cabo las siembras.
A pesar de una campaña de soja marcada por desafíos climáticos, la mejora en los rendimientos y la favorable relación de precios auguran un buen panorama para el sector agroindustrial argentino. Con la cosecha de soja finalizada y la siembra de trigo en marcha, el campo argentino sigue demostrando su resiliencia y capacidad de adaptación.
