VISEC: el pedido de transición de Italia para el campo argentino


Desde Italia se sumaron al debate por el VISEC, y se ha presentado un pedido a la Unión Europea para que la normativa sobre la comercialización de soja y carne libre de deforestación no entre en vigor el 1 de enero de 2025. El think tank italiano Competere ha enviado una carta a la Comisión Europea solicitando un período de transición de dos años y proponiendo diversas iniciativas para mejorar la comercialización.

Competere, que promueve el comercio global y las cadenas de suministro sostenibles, enfatiza en su carta que el nuevo reglamento es crucial para la protección de los bosques y la biodiversidad, pero también reconoce que surgen desafíos a medida que se aproxima la fecha de implementación. “Este reglamento histórico busca establecer cadenas de suministro más sostenibles. Sin embargo, varios problemas urgentes podrían afectar el comercio, las empresas y los consumidores”, señala la carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.

La propuesta busca un equilibrio entre la protección del medio ambiente y el apoyo a las empresas, consumidores europeos y países productores.

Controversia en Argentina

La normativa ha generado tensiones en Argentina. Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y del Centro Exportador de Cereales (CEC), manifestó en una reunión con autoridades de Países Bajos y la Comisión Europea que esta medida supone un gran esfuerzo económico y logístico que podría comprometer las cadenas de suministro. Aunque los exportadores argentinos han desarrollado una plataforma de trazabilidad llamada Visec, algunos sectores de la producción se han opuesto a esta decisión, como es el caso de Confederaciones Rurales Argentinas, que se retiró de la colaboración con los exportadores.

Idígoras expresó que continuarán cuestionando el régimen europeo de cadenas libres de deforestación, al considerar que plantea un desafío desproporcionado respecto a su objetivo.

Competere también ha subrayado que la falta de directrices claras por parte de la Comisión Europea complica la adaptación de las partes involucradas. Aseguran que esta normativa representa un problema, especialmente para los pequeños productores en los países exportadores, ya que la complejidad de las cadenas de suministro globales dificulta la aplicación de un enfoque uniforme.

Propuestas para una transición efectiva

En respuesta a esta situación, Competere ha propuesto un período de transición de dos años para permitir una adaptación gradual a la nueva regulación. Además, sugiere la creación de un Comité Permanente con grupos de trabajo especializados por producto. También solicita la suspensión temporal de sanciones durante esta fase de transición, argumentando que estas medidas facilitarán una implementación más efectiva y justa de la normativa.

La propuesta de Competere busca encontrar un camino que proteja el medio ambiente y apoye a las partes interesadas, en un contexto donde la implementación de la normativa europea ha generado incertidumbre y desafíos significativos en los países productores como Argentina.