Verano 2025: lluvias torrenciales en el inicio del año para la zona productiva
El inicio del verano 2025 traerá lluvias intensas en gran parte de las zonas agrícolas del Cono Sur, marcando un comienzo de año con condiciones climáticas desafiantes. Según informes meteorológicos de Brasil y Argentina, se espera que estas precipitaciones, aunque beneficien algunas regiones necesitadas de agua, puedan generar excesos hídricos en otras, complicando el panorama para el ciclo productivo 2024/25.
Panorama en Brasil: Lluvias generalizadas en el Cerrado y el sudeste
El Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) pronostica lluvias abundantes desde este viernes en las principales regiones productivas del país.
- Viernes y sábado: Tormentas generalizadas en el Cerrado y el sudeste, claves para cultivos como soja y maíz.
- Domingo y lunes: El frente de mal tiempo comenzará a disiparse en algunas áreas, aunque se mantendrán acumulados importantes en San Pablo y Minas Gerais, zonas críticas para la producción cafetera y agrícola en general.
Argentina: Lluvias significativas en diversas regiones
En Argentina, las lluvias comenzarán a intensificarse durante el fin de semana y persistirán hasta los primeros días de enero, cubriendo extensas áreas productivas:
- 31 de diciembre:
- Mal tiempo en el NOA y regiones cuyanas, con tormentas que podrían superar los 30 milímetros.
- El norte de la Patagonia, La Pampa y el sudoeste bonaerense recibirían acumulados de hasta 40 milímetros.
- Tormentas puntuales también afectarán al norte del NOA.
- 1 de enero de 2025:
- Mal tiempo en el sur de Córdoba, San Luis y la región cuyana, con lluvias que se intensificarán durante la jornada.
- Las tormentas ganarán fuerza en el NOA y el centro del país, alcanzando acumulados significativos hacia el final del día.
- 2 de enero:
- Las precipitaciones se consolidarán en la zona central y el NOA, extendiéndose hacia el sudeste bonaerense.
Si bien las lluvias representan una oportunidad para reforzar las reservas hídricas, esenciales tras ciclos de sequías y rendimientos por debajo de lo esperado, las precipitaciones torrenciales podrían ser contraproducentes en algunas áreas.
- Beneficios:
- Incremento en la humedad del suelo en zonas con déficit hídrico, mejorando las condiciones para cultivos de verano como maíz y soja.
- Recuperación de napas subterráneas en regiones afectadas por sequías prolongadas.
- Riesgos:
- Excesos hídricos en áreas con menor capacidad de drenaje, lo que podría dañar cultivos jóvenes y dificultar las labores agrícolas.
- Posibles inundaciones en regiones planas, como el sur de la zona pampeana, afectando caminos rurales y logística.
Estas lluvias iniciales serán determinantes para marcar el curso del ciclo agrícola. Sin embargo, el impacto dependerá de la distribución y la intensidad de las precipitaciones en las semanas siguientes.
Con un clima tan cambiante, los productores deberán monitorear de cerca las condiciones meteorológicas y ajustar sus estrategias de manejo para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos. En un año donde las expectativas de producción y exportación son altas, el clima, una vez más, se perfila como el principal factor de incertidumbre.