Verano 2025: las lluvias y el calor marcarán la campaña


El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) publicó su pronóstico climático para el trimestre diciembre-febrero, ofreciendo una perspectiva alentadora para la zona núcleo de la región pampeana: las lluvias continuarán siendo normales, una noticia esperada por los productores agrícolas tras meses de incertidumbre climática. Sin embargo, el impacto de La Niña sigue siendo un factor a considerar, especialmente en el norte del país.

Lluvias: una buena señal para la zona núcleo

El informe del SMN destaca que en la región núcleo, las precipitaciones se mantendrán dentro de los rangos normales durante los próximos tres meses. Esto representa un alivio para los agricultores, ya que hasta hace poco se esperaba un panorama más restrictivo en términos de lluvias.

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En otras regiones, como el oeste del Noroeste Argentino (NOA) y la mayor parte de Cuyo, se prevén lluvias normales o incluso ligeramente superiores a lo habitual. Por otro lado, en la Patagonia, especialmente en el oeste y sur, las precipitaciones estarán por debajo de los valores normales, un escenario que podría afectar la disponibilidad hídrica en la región.

El informe también subraya la incertidumbre en el NEA y el Litoral, donde no se identificaron tendencias claras debido a la falta de concordancia entre los modelos climáticos globales y el impacto impredecible de La Niña.

La Niña: una influencia persistente

Aunque La Niña seguirá presente, su impacto en el clima varía según la región. Este fenómeno, caracterizado por el enfriamiento de las aguas del océano Pacífico ecuatorial, fue asociado en el pasado con condiciones más secas en ciertas zonas del país. Sin embargo, los modelos actuales indican que su efecto podría ser menos severo de lo previsto, especialmente en la región núcleo y el oeste del país.

Temperaturas: un verano caluroso en puerta

Además de las precipitaciones, el SMN anticipa temperaturas por encima de lo normal en la mayor parte del territorio nacional. Según la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), los meses de septiembre y octubre de 2024 registraron temperaturas medias mensuales que se ubicaron en el primer lugar del ranking histórico de los últimos 64 años.

Aunque noviembre fue menos extremo, ocupó el puesto 12 en este mismo ranking, confirmando que 2024 probablemente será el segundo año más cálido registrado, solo superado por 2023.

Implicancias para el sector agropecuario

Este panorama climático mixto tiene implicaciones significativas para la agricultura y la ganadería:

  1. Lluvias normales en la zona núcleo: Garantizan mejores condiciones para cultivos clave como soja y maíz, favoreciendo la germinación y el desarrollo inicial.
  2. Altas temperaturas: Podrían aumentar el estrés hídrico en cultivos y animales, especialmente en regiones donde las lluvias sean escasas o irregulares.
  3. Regiones con lluvias por debajo de lo normal: En la Patagonia, los productores podrían enfrentar desafíos en la disponibilidad de agua para actividades productivas y consumo.
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Un llamado a la planificación

El informe del SMN y la ORA subraya la importancia de monitorear las condiciones climáticas y ajustar las estrategias productivas en función de las previsiones. Con un verano que promete lluvias en algunas regiones y calor extremo en todo el país, la planificación será clave para mitigar riesgos y aprovechar las oportunidades que el clima ofrezca.

En conclusión, aunque La Niña sigue siendo una influencia persistente, las perspectivas para el verano 2024-2025 son relativamente positivas en términos de lluvias en las principales regiones agrícolas, mientras que las temperaturas elevadas requerirán medidas para evitar impactos adversos en la producción.