Verano 2025: La Niña “débil” y los vientos polares marcan el clima de una temporada desafiante para el campo


El déficit de lluvias para este verano 2025 que afecta a las principales zonas productivas de Argentina podría continuar en el verano, según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Este fenómeno ha generado preocupación entre los productores agrícolas, especialmente en la zona núcleo y la región pampeana, que enfrentan temperaturas elevadas que aumentan el estrés en los cultivos.

La influencia de La Niña “débil” en el verano 2025

El informe agroclimático para este verano 2025, elaborado por el agroclimatólogo Eduardo Sierra, indica que el clima en el verano será afectado por una combinación de factores adversos. Por un lado, La Niña se mantiene presente, aunque en una intensidad “débil”. Este fenómeno, aunque no tan fuerte como en otras ocasiones, se ve intensificado por los vientos polares, que continúan activos por encima de su nivel normal. Este comportamiento genera un enfriamiento notable en áreas clave del Cono Sur, como el Litoral Pacífico y el estrecho de Drake, lo que agrava las condiciones climáticas.

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Contrario a lo que podría pensarse, La Niña no se mantiene constante en su intensidad durante su ciclo, que suele extenderse desde el invierno de un año hasta el otoño del siguiente. Generalmente, comienza débil en el invierno y principio de primavera, se activa a mediados de la primavera, alcanza su pico durante el verano y se disipa hacia el otoño. Sin embargo, a pesar de la debilidad de La Niña este año, la fuerte actividad de los vientos polares durante el invierno de 2024 fue la principal responsable de las rigurosas condiciones climáticas observadas, no el fenómeno en sí.

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El impacto en la primavera y los primeros días del verano

A pesar de que al inicio de la primavera los vientos polares comenzaron a disminuir, lo que permitió algunas lluvias favorables, la situación cambió hacia el final de la primavera y los primeros días del verano. En ese período, La Niña comenzó a hacer sentir sus efectos, incrementando los contrastes térmicos y reactivando los déficits hídricos en gran parte de la zona agrícola de cara al verano 2025.

El informe señala que se produjeron oscilaciones térmicas significativas, con fríos tardíos y calores tempranos de intensidad moderada a alta. Aunque no se alcanzaron niveles extremos, estas fluctuaciones contribuyeron a un ambiente propenso para la sequía.

De cara al resto del verano, Sierra proyecta que la situación se mantendrá menos contrastante, pero con posibles perturbaciones. Se espera que gran parte del área agrícola del Cono Sur registre precipitaciones normales o superiores a lo normal, aunque se vislumbran focos aislados de sequía. Uno de estos focos podría continuar afectando a gran parte de la Región Pampeana, el sur de la Mesopotamia y el oeste del Uruguay en el verano 2025.

En términos térmicos, las temperaturas serán elevadas, pero no extremas, salvo en las zonas más secas, donde se prevé que los calores sean muy fuertes.

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El futuro incierto hacia el otoño de 2025

Hacia el final de la campaña 2024/2025, se espera que el episodio frío de La Niña se disipe de manera temprana, lo que marcaría el fin de su ciclo durante el verano 2025. Sin embargo, el informe también anticipa una reactivación temprana de la circulación polar a principios de otoño, lo que reactivaría la sequía en gran parte del Cono Sur. Esta reactivación podría generar un régimen térmico caracterizado por grandes oscilaciones, alternando calores tardíos y fríos tempranos, con el riesgo de heladas localizadas y generales.

Así, el panorama climático para los próximos meses se perfila como complejo para los productores, quienes deberán enfrentar una combinación de sequía, temperaturas elevadas y grandes variaciones térmicas, complicando aún más la situación agrícola de cara al verano 2025.