Verano 2025: el clima extendido muestra calor extremo y lluvias


El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) presentó su pronóstico climático para el verano 2025 para el período diciembre-febrero, anticipando un verano marcado por temperaturas superiores a lo normal en todo el país y un patrón de lluvias con alta disparidad regional. Las proyecciones ofrecen un panorama clave para sectores como la agricultura y la ganadería, que dependen en gran medida de estas variables climáticas.

Calor extremo: temperaturas récord para el verano 2025

Según el informe del SMN, la temperatura media del verano se ubicará por encima de lo normal en la mayor parte del territorio argentino. Solo las regiones del extremo nordeste y sur del país registrarán temperaturas dentro de rangos normales o ligeramente superiores al promedio histórico.

Estos valores continúan la tendencia observada durante 2024, un año que, según la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), alcanzará probablemente el segundo lugar en el ranking de años más cálidos desde que se tienen registros (últimos 64 años). Los meses de septiembre y octubre de 2024 ya rompieron récords como los más cálidos de la serie histórica, mientras que noviembre fue algo menos extremo, ocupando el puesto 12 en el ranking nacional.

La persistencia de altas temperaturas resalta los efectos de un clima cada vez más cálido, lo que representa desafíos significativos para la agricultura, especialmente en términos de estrés hídrico en los cultivos.

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Lluvias desiguales: contraste regional

El pronóstico de precipitaciones muestra un panorama muy variado. En la región pampeana, después de meses de lluvias escasas, se espera un retorno a niveles normales, lo que podría aliviar a los productores agrícolas que han enfrentado condiciones de sequía.

En el oeste del NOA y la región de Cuyo, se pronostican lluvias normales o incluso superiores al promedio, lo que sería una buena noticia para estas áreas, habitualmente más secas. Por otro lado, la región patagónica enfrentará escasez de precipitaciones, agravando los problemas hídricos en esta zona.

La situación es incierta para el NEA y el Litoral, donde no se ha definido una tendencia clara en las precipitaciones. La ORA atribuye esta incertidumbre a la falta de consenso entre los modelos climáticos globales y a la posible influencia residual del fenómeno de La Niña, que ha generado variaciones climáticas impredecibles en la región.

El verano proyectado plantea tanto oportunidades como riesgos para los sectores agropecuarios del país. La región pampeana podría beneficiarse de las lluvias normales, particularmente para los cultivos de maíz tardío y soja, mientras que las altas temperaturas podrían aumentar la evaporación y la demanda hídrica.

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En áreas como Patagonia y partes del Litoral, la falta de lluvias representa un desafío adicional para las actividades agrícolas y ganaderas. Por otro lado, los excedentes hídricos previstos en el oeste del NOA y Cuyo podrían ser un alivio para los productores de estas zonas.

El verano de 2024-2025 será otro período climático desafiante para Argentina, consolidando un patrón de altas temperaturas y lluvias desiguales que reflejan los efectos del cambio climático.

Para los sectores productivos, el desafío estará en adaptarse a estas condiciones extremas mediante estrategias de manejo eficiente del agua y planificación de cultivos. Mientras tanto, los datos subrayan la necesidad de avanzar en políticas públicas que permitan mitigar los impactos de estas tendencias climáticas a largo plazo.