Verano 2025: calor y poca lluvia agravan la sequía en la zona núcleo
En este verano 2025, a persistencia de altas temperaturas y la escasez de lluvia están agravando la situación de sequía en la región central de Argentina, especialmente en la zona núcleo de cultivos. Según un informe de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), estas condiciones podrían extenderse durante los próximos meses debido a la influencia del fenómeno de La Niña, que continuará afectando hasta el otoño.
De acuerdo con el informe, las temperaturas superficiales del mar en la zona ecuatorial central del Pacífico se encuentran por debajo del promedio, un indicador típico de La Niña. Sin embargo, se espera que las condiciones climáticas transiten hacia la neutralidad al finalizar el verano, lo que podría traer cierto alivio al campo argentino.
Impacto en los cultivos y el suelo
Esta semana, la ORA alertó sobre temperaturas extremadamente altas, impulsadas por un anticiclón posicionado sobre el Atlántico Sur. Este fenómeno genera una circulación de aire desde el norte y noreste sobre gran parte de la zona de cultivos extensivos, lo que incrementa la evapotranspiración y agrava los niveles de humedad del suelo.
Las regiones pampeanas, clave para la producción agrícola, atraviesan un escenario crítico con niveles bajos de humedad y temperaturas medias por encima de los valores habituales. Según el informe de la ORA, estas condiciones podrían provocar desecamientos más severos, dificultando el desarrollo de los cultivos.
Pronóstico de precipitaciones
En cuanto a las lluvias, la ORA anticipa eventos de variada intensidad en algunas regiones específicas. “En los próximos días se prevén lluvias en el NOA y Cuyo, además de algunas localmente intensas en la provincia de Buenos Aires y la cordillera patagónica sur”, destacó el informe. Sin embargo, en otras zonas como Santiago del Estero, Chaco y el Litoral, las precipitaciones serán inferiores a los niveles normales, lo que podría agravar la sequía.
Este panorama dificulta la situación del sector agropecuario, que ya enfrenta un escenario desafiante debido a la combinación de bajos precios de las commodities y altos costos de producción. La falta de humedad en los suelos amenaza la siembra y el desarrollo de los cultivos, poniendo en riesgo la rentabilidad de los productores.
Aunque el regreso a condiciones neutrales al finalizar el verano podría aliviar las tensiones, el impacto de La Niña ya ha dejado huellas significativas en el sector agrícola. Las organizaciones rurales han manifestado su preocupación y han solicitado medidas de apoyo para enfrentar la situación, destacando la importancia de políticas que acompañen al campo en este desafío.
Mientras tanto, los productores deberán enfrentar semanas de incertidumbre y adoptar estrategias para mitigar los efectos de la sequía, esperando que el cambio de estación traiga consigo un clima más favorable para el desarrollo de la actividad agropecuaria.