Vacunación de la aftosa en el Delta: Senasa habilitó un nuevo ente sanitario y desató controversia

En un nuevo capítulo de la vacunación contra la aftosa, la decisión del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) de habilitar a un grupo de productores ganaderos del Delta del Paraná para crear su propio ente sanitario generó una fuerte controversia en el sector. La medida, que supone una ruptura con el esquema tradicional de vacunación contra la fiebre aftosa, podría ser revisada por la Comisión de Sanidad Animal (Coprosa) de la provincia de Buenos Aires.
La tensión por la vacunación contra la aftosa
El conflicto tiene su origen en la campaña de vacunación de otoño de 2024, cuando un grupo de 30 productores, que administran más de 15.000 cabezas de ganado, cuestionó los costos de las dosis y los gastos operativos de los entes sanitarios que llevan adelante la vacunación en distintas regiones del país. En particular, las críticas se dirigieron contra el ente sanitario de Exaltación de la Cruz, bajo cuya jurisdicción se encontraban.

Tras un intento fallido de incorporarse al ente de la Sociedad Rural de Azul (FundAzul), los productores del Delta solicitaron formalmente la creación de su propio ente sanitario. La autorización de Senasa llegó el 7 de marzo, con la asignación del plan 843, lo que les permitió comenzar a operar de manera independiente. “Ya llevamos vacunado un 40% de los Renspa que tenemos en nuestro territorio”, señaló Carlos Alberto López, productor ganadero y delegado zonal de las Islas del Delta del Paraná en la Sociedad Rural de la Provincia de Buenos Aires. Además, explicó que lograron comprar las vacunas a un menor costo, lo que les permitió establecer tarifas más competitivas para la aplicación.
Sin embargo, la decisión de Senasa generó rechazo en la Comisión de Sanidad Animal provincial, especialmente entre los representantes de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), quienes denunciaron que la medida se tomó sin respetar el procedimiento estipulado en la Ley 24.305. Según dicha normativa, los entes sanitarios deben operar en jurisdicciones claramente definidas y cualquier modificación debe ser consensuada entre las partes involucradas o determinada por la comisión provincial correspondiente.
Carbap envió una carta al director provincial de Ganadería, Héctor Trotta, exigiendo una reunión urgente para discutir el tema. En el documento, se señaló que la autorización del nuevo ente se otorgó sin consultar a la Coprosa y sin que existieran informes técnicos que justificaran su creación. Hernán Silva, vicepresidente primero de Carbap, cuestionó la falta de explicaciones sobre la necesidad de un nuevo ente y advirtió sobre las dificultades logísticas adicionales que implica la vacunación en el Delta, como el acceso a las islas y los costos de traslado.

Fernando Boracchia, vicepresidente primero de la Sociedad Rural de Exaltación de la Cruz, también criticó la medida y destacó que el nuevo ente del Delta fue habilitado el mismo día en que comenzó la campaña de vacunación. Además, defendió la estructura de costos del ente de Exaltación de la Cruz, argumentando que el sistema vigente permite compensar los viáticos de los vacunadores con los aportes de los productores de mayor escala. “Con este tipo de acciones como inaugurar un ente nuevo, eso desaparece porque el vacunador va a exigir más remuneración”, explicó.
Otro punto de discusión es la contratación de vacunadores. Mientras que en Exaltación de la Cruz los trabajadores están en relación de dependencia, con ART y cobertura previsional, en el nuevo ente del Delta operan como trabajadores independientes con seguros contratados. Boracchia también cuestionó la forma en que el nuevo ente adquiere las vacunas, ya que lo hace a través de FundAzul en lugar de comprarlas directamente a los laboratorios, lo que, según él, podría afectar la garantía de calidad y cadena de frío.
Desde el nuevo ente del Delta, Carlos López defendió la decisión de operar con FundAzul, argumentando que permite acceder a mejores condiciones de pago debido al volumen de compra. También negó que se hayan omitido pasos en el proceso de autorización y sostuvo que Senasa tomó la decisión de oficio ante la falta de resolución de la Coprosa. “Nosotros hicimos todo lo que nos pidió Senasa y la decisión la tomó ese organismo”, afirmó.

A la espera de una posible revisión por parte de la Coprosa, el conflicto sigue abierto y podría derivar en una redefinición del sistema de vacunación en la región. Mientras los ganaderos del Delta celebran la autonomía lograda, las entidades tradicionales del sector insisten en que la decisión de Senasa fue “desprolija” y podría sentar un precedente problemático para la sanidad animal en Argentina.