Unión Europea-Mercosur: productores franceses Intensifican protestas contra el acuerdo
La creciente tensión entre los productores franceses y el acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur se intensificó esta semana con protestas cada vez más contundentes, reflejando el descontento de un sector agrícola que se siente amenazado por las posibles repercusiones de dicho tratado. La Coordinación Rural, un sindicato de línea dura, lideró una jornada de protestas este martes, durante la cual bloqueó edificios oficiales y realizó acciones de desafío, como la venta de vino español y la amenaza de interrumpir las cadenas de suministro de alimentos.
El acuerdo de la Unión Europea que desata el enojo
El acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur busca abrir mercados y fomentar el comercio entre ambos bloques, pero generó una creciente resistencia en varios sectores, especialmente entre los productores agrícolas de Francia, quienes lo consideran una amenaza para su supervivencia. Aseguran que la competencia desleal, las regulaciones excesivas y los bajos ingresos que enfrentan los agricultores franceses serían exacerbados si el acuerdo se materializa. La Coordinación Rural se unió a las protestas iniciadas por la FNSEA, el sindicato agrícola mayoritario en Francia, que ya había organizado más de 80 protestas en diversas ciudades del país, incluyendo manifestaciones frente a edificios gubernamentales y acciones simbólicas de resistencia, como los “fuegos de ira” en los campos durante la noche.
Protestas y amenazas de bloqueo
Las protestas no solo se limitaron a manifestaciones pacíficas, sino que incluyeron acciones más disruptivas, como bloqueos de carreteras y vandalismo simbólico. En algunas zonas, los manifestantes arrojaron neumáticos y residuos frente a edificios gubernamentales, como en Limoges, mientras que en Agen, en el suroeste del país, algunos agricultores rociaron purines sobre una oficina de seguridad social agrícola, como muestra de su creciente frustración.
Uno de los momentos más simbólicos de la jornada fue cuando miembros de la Coordinación Rural viajaron hasta la frontera española para revisar mercancías procedentes de España, vaciando vino blanco de un camión, en un acto de desafío hacia las importaciones que consideran competitivas e injustas para el sector local. Además, los productores advirtieron que si las autoridades no toman medidas inmediatas, podrían bloquear puertos y centros de distribución de alimentos, lo que afectaría gravemente la cadena de suministro de alimentos en Francia.
El Gobierno francés y el apoyo interno
Ante la presión del sector agrícola, el gobierno de Emmanuel Macron tomó algunas medidas para gestionar la situación. El martes, el gobierno anunció que permitiría que la Asamblea Nacional debata y vote sobre el acuerdo entre la UE y el Mercosur. Sin embargo, el presidente Macron se mantuvo firme en su oposición al acuerdo, y durante un reciente viaje a Sudamérica, expresó que Francia está recibiendo el apoyo de otros países de la UE, como Italia y Polonia, en su rechazo al pacto.
En paralelo a las protestas en Francia, productores británicos también se sumaron a las protestas, exigiendo la eliminación de un impuesto a la herencia, argumentando que este impuesto destruiría las granjas familiares y amenazaría la producción de alimentos a largo plazo en el Reino Unido.
Un sector agrícola en crisis
Las acciones de los productores franceses, cada vez más radicalizadas, reflejan el creciente descontento y el temor a que el acuerdo entre la UE y el Mercosur, que permitiría el ingreso masivo de productos agrícolas de Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, ponga en peligro la viabilidad económica de las explotaciones agrícolas en Francia. “Es una cuestión de supervivencia”, señaló Véronique Le Floc’h, presidenta de la Coordinación Rural, quien enfatizó que estas protestas no solo son por los intereses inmediatos de los agricultores, sino también por el futuro de las generaciones más jóvenes en el sector.
La situación continúa siendo tensa, y aunque el gobierno propuso un debate legislativo, el descontento rural persiste y los productores amenazan con nuevas protestas si no se dan respuestas satisfactorias a sus demandas.