Trazabilidad electrónica en ganadería: que representa la postergación de su implementación
En un contexto de incertidumbre, la ganadería se enfrenta a una posible postergación de la implementación de la trazabilidad electrónica individual del ganado. Esta iniciativa, que había sido anunciada como un avance en la modernización del sector y en el fortalecimiento de la competitividad de la ganadería argentina en los mercados internacionales, podría retrasarse un año debido a problemas logísticos con la entrega de caravanas electrónicas, el componente clave de esta medida.
El diario La Nación reportó que en una reciente reunión entre el Ministerio de Economía y las entidades rurales, representantes del gobierno anticiparon que la entrada en vigencia de la trazabilidad individual se demoraría hasta 2026, lo que significa un aplazamiento de un año respecto al cronograma original. La razón es el incumplimiento de los plazos de entrega de las caravanas electrónicas por parte de la empresa seleccionada en la licitación realizada en noviembre pasado, la cual había ofertado el precio más bajo.
Este retraso ha generado incertidumbre, ya que la trazabilidad individual se considera un paso importante tanto para mejorar la imagen de la ganadería argentina en el exterior como para optimizar el seguimiento sanitario del rodeo, dos aspectos clave que el propio gobierno había destacado en sus discursos. Sin embargo, la falta de información oficial clara y actualizada sobre los detalles del proceso ha dejado en vilo a los productores.
Una solución viable para avanzar sin demoras
A pesar de los desafíos logísticos, no resulta necesario esperar hasta 2026 para comenzar con la implementación de esta herramienta que tanto valor puede aportar a la ganadería. Desde Valor Carne, se ha presentado una propuesta que permitiría avanzar de manera voluntaria hacia la adopción de la trazabilidad individual, sin la necesidad de esperar a que el Estado resuelva los problemas de suministro de caravanas electrónicas.
La propuesta sugiere incentivar el uso de las caravanas electrónicas de forma voluntaria, permitiendo que los productores compren estos dispositivos a su propio costo, como ya sucedía antes de la implementación de la iniciativa oficial. A cambio, se ofrecería un subsidio parcial en los Documentos de Tránsito Electrónico (DTE) de los animales que cuenten con las caravanas, cubriendo parte de su valor. Aunque este subsidio no alcanzaría el costo total de la caravana, sí sería un incentivo importante para que los ganaderos den el paso hacia la trazabilidad individual antes de la entrada en vigor obligatoria del sistema el próximo año.
La ventaja de esta alternativa es que no solo se alienta a los productores a adoptar esta tecnología de manera voluntaria, sino que también se da respuesta a la falta de disponibilidad inmediata de caravanas electrónicas. Las empresas proveedoras, incluidas aquellas que no ganaron la licitación, tienen capacidad para suministrar millones de caravanas, lo que permitiría satisfacer la demanda de los productores a lo largo del país.
Los beneficios de la trazabilidad para los ganaderos
Además de los beneficios para la imagen del sector ganadero, que podría fortalecer su presencia en los mercados internacionales, la trazabilidad individual también ofrece ventajas directas para los propios productores. El uso de las caravanas electrónicas no solo facilita el seguimiento sanitario del rodeo, sino que también mejora el manejo del ganado, al permitir un control más eficiente de su trazabilidad y ubicación. Esto se traduciría en una mejor gestión del ciclo productivo, la optimización de recursos y una mayor capacidad de respuesta ante situaciones de riesgo sanitario.
Con la adopción de esta herramienta, los ganaderos también estarían en una posición más competitiva, ya que los mercados internacionales valoran cada vez más la transparencia y el control en la cadena de producción de carne. La trazabilidad individual se presenta como una medida que no solo responde a exigencias regulatorias, sino que también genera valor agregado a la producción ganadera, fortaleciendo la posición de la Argentina como proveedor confiable de carne de calidad.
El futuro de la trazabilidad en la ganadería argentina
Lo que en principio parecía un obstáculo, podría convertirse en una oportunidad para poner en marcha un proceso de modernización y transparencia en la ganadería argentina. Si bien la decisión del gobierno de regalar las caravanas electrónicas a todos los productores, desde los minifundistas hasta los grandes establecimientos, hace más difícil implementar el sistema en el corto plazo, la propuesta de avanzar de manera voluntaria es una vía intermedia que permitiría superar esta demora.
En lugar de esperar un año más, el sector podría comenzar a avanzar con el uso de las caravanas electrónicas y sus beneficios desde ahora, preparándose para la obligatoriedad del sistema en 2026. Este enfoque podría transformarse en un proceso virtuoso que, además de cumplir con los objetivos sanitarios y de trazabilidad, ayude a la ganadería argentina a mejorar su competitividad y a seguir destacándose a nivel internacional. De esta forma, lo que parecía un error en la toma de decisiones gubernamentales podría convertirse en el puntapié inicial para una transformación positiva y sostenible en el sector.