Tipificar la faena: qué busca el Gobierno con esta estrategia oficial


La Secretaría de Agricultura implementó un plan ambicioso para mejorar el proceso de tipificar la faena en Argentina, con el objetivo de alcanzar una cobertura total en las plantas de faena dentro de dos años. Actualmente, solo dos tercios de las reses son tipificadas, lo que limita la capacidad de los productores para optimizar sus procesos y responder a las demandas del mercado. A través de la Resolución 96/2024, la Secretaría de Bioeconomía busca corregir esta situación, estableciendo plazos progresivos y nuevas normas para facilitar el cumplimiento de la tipificación en todo el país.

Mejoras en la infraestructura y formación de tipificadores

Uno de los mayores desafíos para alcanzar la tipificación total fue la falta de personal capacitado. Actualmente, hay menos de 100 tipificadores habilitados en Argentina, lo que es insuficiente para cubrir la demanda en las 380 plantas que faenan 13-14 millones de cabezas anualmente. Para solucionar este problema, la Secretaría flexibilizó las normas de infraestructura en los frigoríficos y está ampliando la oferta de capacitación para tipificadores, permitiendo que estos puedan formarse en cualquier lugar del país, tanto en instituciones públicas como privadas.

Además, se eliminó la obligatoriedad de que los tipificadores sean empleados del frigorífico, lo que abre la posibilidad de que especialistas externos presten este servicio a diferentes plantas. Esto no solo aumentará la disponibilidad de tipificadores, sino que también mejorará la calidad del servicio, ya que estos profesionales estarán enfocados únicamente en la tarea de tipificación.

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Introducción del proyecto de tipificar la faena por calidad

Una de las innovaciones más significativas de la nueva normativa es la introducción de la tipificación de carne por calidad, que será opcional para las plantas. Esta tipificación se basará en parámetros como pH, color de grasa y músculo, marmoleo, área de ojo de bife y grasa de cobertura. Aunque no será obligatoria, las plantas que adopten esta práctica deberán incluir la información en el Sistema Integrado de Faena (SIF), lo que permitirá a los productores acceder a datos más detallados sobre la calidad de la carne que producen.

Matías Canosa, Director Nacional de Control Comercial Agropecuario, explicó en una entrevista con Valor Carne que esta iniciativa busca crear un “lenguaje único” entre productores y frigoríficos, facilitando la comunicación y permitiendo que los ganaderos utilicen esta información para mejorar sus sistemas de producción. Canosa destacó que, aunque la tipificación por calidad no será obligatoria, se espera que el mercado empiece a valorar esta práctica, generando una ventaja competitiva para los frigoríficos que la implementen.

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Impacto en la producción ganadera

El objetivo final de estas medidas es proporcionar a los productores herramientas valiosas para modernizar sus prácticas y aumentar la eficiencia en la producción de carne. Al ofrecer datos precisos sobre la calidad de la carne, se espera que los ganaderos puedan ajustar sus estrategias de alimentación, genética y manejo, lo que a su vez podría llevar a una mejora en la calidad del producto final y, eventualmente, a un sistema de pago basado en la calidad.

“La idea es que el productor tenga acceso a los datos del producto final, la carne, para que pueda evaluar el resultado de su genética, la dieta que emplea y el manejo, y así mejorar el trabajo a campo”, concluyó Canosa.

Estas reformas representan un avance significativo para la industria cárnica argentina, alineándose con las tendencias globales hacia la transparencia y la calidad. Si bien aún queda camino por recorrer, el compromiso del gobierno y del sector privado en mejorar la tipificación y clasificación de la carne es un paso importante hacia una ganadería más competitiva y sostenible.