Soja sostenible: el Gran Chaco avanza hacia una producción responsable
El Gran Chaco Argentino se consolida como un laboratorio de innovación agrícola con el programa “Soja Sostenible en el Gran Chaco”, liderado por ACSOJA y CREA. Durante tres años, esta iniciativa involucró a más de 100 productores, técnicos e investigadores, con el objetivo de optimizar la producción de soja mediante la identificación de brechas de rendimiento y la evaluación de su impacto ambiental y social.
Productividad de soja en foco: cerrando brechas
Uno de los hallazgos clave fue la identificación de una brecha de rendimiento promedio del 10% al 15%, especialmente en áreas de menor potencial productivo. Según Laura Carabaca, responsable del proyecto, estas diferencias pueden ser mitigadas mediante la implementación de nuevas tecnologías y prácticas agrícolas específicas, como la correcta elección de cultivos antecesores y la sincronización entre la fecha de siembra y el grupo de madurez.
Estas estrategias apuntan a una mejora integral de los sistemas productivos, contribuyendo a reducir la brecha sin comprometer la sostenibilidad ambiental o social.
Innovación ambiental: herramientas digitales y biodiversidad
El programa avanzó significativamente en la implementación de herramientas para la gestión ambiental, destacándose el desarrollo de una plataforma digital que permite monitorear en tiempo real las prácticas agrícolas y sus impactos ambientales.
Esta herramienta facilita la retroalimentación inmediata, ayudando a los productores a diseñar planes de mejora personalizados. Según Carabaca, “estas plataformas digitales son clave para un monitoreo preciso y una mejora continua de nuestras prácticas agrícolas.”
Además, el programa incluyó un protocolo para evaluar la biodiversidad en ecosistemas agrícolas. Como parte del proyecto InBioAgro, se realizaron relevamientos de polinizadores, fauna del suelo, aves y mamíferos en las áreas monitoreadas, identificando más de 1.200 especies de abejas y 600 dípteros polinizadores. Estos datos subrayan la necesidad de preservar la biodiversidad mientras se desarrollan actividades agrícolas.
Impacto social: midiendo la sostenibilidad humana
Más allá de los aspectos productivos y ambientales, el programa introdujo un enfoque social al diseño de una metodología para evaluar los indicadores sociales de las empresas agropecuarias.
A través de encuestas de autoevaluación, se analizaron aspectos como las condiciones laborales, las relaciones con proveedores, comunidades y gobiernos, así como la transparencia y los valores corporativos. En 2023, 30 empresas participaron en la fase piloto, y en 2024 la muestra se amplió a 98 empresas.
“Este seguimiento asegura que la sostenibilidad no solo se concentre en el ambiente y la productividad, sino también en el bienestar social de las comunidades involucradas,“ señaló Carabaca.
El programa, financiado por el Land Innovation Fund, abarcó las regiones CREA del NOA, Chaco Santiagueño, Norte de Santa Fe y Córdoba Norte, zonas clave dentro del Gran Chaco Argentino.
Con una visión integral, “Soja Sostenible en el Gran Chaco” demuestra que es posible equilibrar productividad, cuidado ambiental y compromiso social. Estas acciones no solo optimizan la producción de soja, sino que también fomentan una agricultura más responsable y alineada con los desafíos globales de sostenibilidad.
El éxito del programa marca un precedente para otras regiones agrícolas, reafirmando que la innovación y la colaboración son herramientas poderosas para enfrentar los desafíos de la agricultura moderna.