Soja y maíz: recortes del USDA impulsan los precios en medio de un clima complicado
Cambió la tendencia de los valores de la soja y el maíz, en el reciente informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) que presenta un panorama mixto para los principales cultivos globales. Las proyecciones muestran recortes en la producción mundial de soja y maíz, mientras que el trigo se perfila con un leve aumento. Estas estimaciones, combinadas con factores climáticos y dinámicas de mercado, están generando un efecto alcista en los precios internacionales de las commodities agrícolas.
La soja: entre Brasil y la sequía argentina
El USDA estimó la producción mundial de soja en 424,3 millones de toneladas, una leve reducción frente al informe anterior. Este ajuste, junto con una caída del 3% en la relación stock-consumo (ahora en 31,7%), apunta a un mercado más ajustado.
En Estados Unidos, la cosecha se recortó a 118,8 millones de toneladas (-2%), y los stocks finales cayeron un 19%, dejando la relación stock/consumo en un bajo 8,7%. En contraste, Brasil proyecta una cosecha récord de 166,3 millones de toneladas, impulsada por un aumento del 3% en la superficie sembrada (47,4 millones de hectáreas) y un rendimiento promedio de 35,1 quintales por hectárea. Estas cifras reflejan un optimismo para el vecino país, que podría ejercer presión bajista sobre los precios internacionales.
En Argentina, la siembra de soja para la campaña 2024/25 alcanzó las 18 millones de hectáreas, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA). Sin embargo, la falta de lluvias genera preocupación, con un 87% de los cultivos clasificados entre “Normal” y “Buena” condición, pero con riesgos latentes de pérdida de rendimiento si no mejoran las precipitaciones.
En términos de precios, la soja cotizó a U$S 279 por tonelada en el mercado argentino durante enero, un 16% menos interanual. En Chicago, el precio subió un 3% mensual, alcanzando U$S 372 por tonelada, impulsado por factores como el nuevo régimen de biocombustibles en Estados Unidos, que podría aumentar la demanda de aceite de soja.
El maíz: una producción histórica en Brasil contrasta con recortes globales
El USDA recortó la producción mundial de maíz a 1.214 millones de toneladas (-3,5 millones), aunque sigue siendo la tercera mejor campaña histórica. En Estados Unidos, la producción cayó un 3%, situándose en 377 millones de toneladas, mientras que los stocks finales bajaron un 13%.
Brasil también se destaca en este cultivo, con una cosecha proyectada de 119,5 millones de toneladas (+3%). La caída en el área sembrada fue compensada por mejores rendimientos, que alcanzaron 57 quintales por hectárea.
En Argentina, el impacto de la sequía redujo las proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) a 48 millones de toneladas, cuatro millones menos que la estimación inicial. A pesar de estos desafíos, el precio del maíz en Rosario se mantuvo estable en U$S 190 por tonelada, mientras que en Chicago registró un incremento del 3%, alcanzando U$S 183 por tonelada, apoyado por la actividad de fondos especulativos en el mercado.
El trigo: resistiendo la seca en Argentina y ajustes globales
En contraste, el trigo mostró cierta resiliencia en el hemisferio sur. El USDA proyectó una producción mundial de 793,2 millones de toneladas, un leve aumento mensual, pero con una caída en el comercio global (-1,7 millones de toneladas), principalmente por reducciones en Rusia y Ucrania.
En Argentina, la cosecha de trigo finalizó con una producción estimada de entre 18,6 y 19,3 millones de toneladas, dependiendo de la fuente (BCBA o BCR). Los rendimientos promediaron los 30,4 quintales por hectárea.
En cuanto a precios, el trigo cotizó a U$S 189 por tonelada en Rosario, un 14% menos interanual. En Chicago, el cereal cayó un 10%, posicionándose en U$S 198 por tonelada.
El informe del USDA subraya la importancia del clima en las principales regiones productoras, particularmente en Argentina, donde la falta de lluvias afecta a la soja y al maíz. Mientras tanto, Brasil continúa consolidándose como un líder en producción, especialmente en soja, con proyecciones récord.
En los mercados internacionales, los precios reflejan un equilibrio entre las expectativas de recortes en la producción y factores alcistas como la demanda de biocombustibles. A nivel local, la presión climática y la incertidumbre sobre el impacto en los rindes mantendrán a los productores atentos al desarrollo de las próximas semanas.
