La soja llegó a los $310.000 en un mercado de granos con incertidumbre
La soja repuntó esta semana. El inicio de 2025 ha traído una serie de movimientos en los mercados de granos que reflejan un escenario internacional complejo y una realidad local con incertidumbres y fluctuaciones de precios. En este contexto, el maíz ha logrado acaparar la mayor parte de las ventas, mientras que la soja, a pesar de alcanzar precios elevados, sigue mostrando una menor actividad comercial.
En el mercado de Chicago, la soja ha experimentado un aumento de US$ 2,9 por tonelada, alcanzando los US$ 386,9. Este incremento se atribuye a una combinación de factores, entre ellos la incertidumbre comercial que genera la administración de Donald Trump, quien asumió la presidencia de EE. UU. a principios de año. Según la portavoz de la Casa Blanca, Trump podría imponer aranceles a productos provenientes de Canadá y México a partir del 1° de febrero, lo que genera expectativas sobre las posibles consecuencias para el comercio internacional. A su vez, se especula si también habrá nuevos aranceles a las importaciones de China, lo que podría alterar aún más las dinámicas comerciales globales.
El maíz: la estrella de las ventas locales
El maíz, por su parte, también ha registrado un aumento significativo de US$ 2,5 por tonelada, alcanzando los US$ 13,5. Los fondos especulativos han sido compradores activos de maíz, impulsados tanto por un ajuste en los stocks disponibles como por la incertidumbre económica que afecta a los mercados internacionales.
El ajuste en los niveles de inventarios y la tendencia a refugiarse en activos más seguros han generado un aumento en la demanda de maíz, que ha acaparado gran parte de la actividad comercial de los últimos días. En el mercado local, el cereal ha sido el principal motor de las operaciones, con ofertas por maíz disponible que llegaron a los $215.000, lo que refleja un buen volumen de transacciones en comparación con la soja.
El aumento en las cotizaciones de maíz se ha dado en un contexto de previsiones climáticas que, aunque optimistas para la región sudamericana, no han sido suficientes para aliviar la preocupación sobre los cultivos. Si bien se espera que las lluvias entre las primeras dos semanas de febrero en Argentina ayuden a mejorar las condiciones de los cultivos, estas serían inferiores al promedio histórico para el mes, lo que genera dudas sobre el rendimiento de la cosecha.
El mercado local y las expectativas de los productores
En el mercado local, los precios de la soja también han mostrado un repunte, alcanzando los $310.000 por tonelada. Sin embargo, el volumen comercializado sigue siendo bajo, debido a la cautela de los productores y los compradores ante la incertidumbre generada por las medidas gubernamentales.
La medida que reduce temporalmente en un 20% los derechos de exportación (retenciones) en los principales cultivos ha generado un impacto directo en los precios, especialmente en la soja, que ha visto aumentos de entre US$ 10 y US$ 12 por tonelada. No obstante, el volumen de soja comercializado continúa siendo limitado, ya que los productores optan por esperar mejores condiciones del mercado.
El trigo, en cambio, ha mostrado una actividad algo más moderada, pero con un aumento en las posiciones de compra y un ajuste en las cotizaciones. La demanda de trigo ha sido más estable en comparación con la soja y el maíz, pero también ha registrado algunas subas, impulsadas por la incertidumbre sobre la oferta global y las condiciones climáticas.
Impacto de la asunción de Trump y la volatilidad internacional
Desde la consultora Zorraquín+Meneses, se señala que la asunción de Trump y las posibles medidas comerciales del presidente de EE. UU. han generado un impacto importante en los mercados internacionales. Aunque los primeros decretos del mandatario no han sido tan drásticos como se anticipaba, la incertidumbre sobre su política comercial sigue siendo un factor clave en la evolución de los precios.
La falta de claridad sobre las relaciones comerciales de EE. UU. con países como China, México y Canadá ha generado volatilidad, lo que afecta a los precios de los commodities agrícolas.
El impacto de la política de Trump sobre la soja y otros granos se ve reflejado en los precios, que muestran fluctuaciones en función de las expectativas sobre la guerra comercial y las futuras decisiones del gobierno estadounidense. A nivel local, las medidas sobre los derechos de exportación también generan incertidumbre, aunque se espera que la baja temporal de las retenciones tenga un efecto positivo en las cotizaciones.
El mercado de granos se enfrenta a una situación de alta volatilidad, tanto por factores internos como externos. La soja ha visto un aumento en su precio, pero el maíz ha sido el protagonista en términos de volumen de ventas, impulsado por la demanda especulativa y las expectativas sobre el clima. La incertidumbre generada por la política comercial de Donald Trump y las medidas gubernamentales locales siguen siendo factores determinantes en la evolución de los precios.
En este contexto, los analistas sugieren que los productores mantengan una estrategia flexible, aprovechando las fluctuaciones de los precios y cubriendo parte de su producción para mitigar los riesgos asociados con la volatilidad del mercado. Las próximas semanas serán cruciales para determinar la dirección de los precios y la dinámica comercial en el mercado de granos.
