Soja: Temores de guerra comercial y demanda china impulsan precios


El mercado de granos, especialmente el de la soja, vive una semana de alta volatilidad ante temores de una nueva guerra comercial y una creciente demanda de China, factores que impulsan los precios al alza. Dante Romano, profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, explicó que la combinación de una demanda global activa y las complicaciones climáticas en Sudamérica, han generado condiciones para una recuperación en el valor de la soja.

Lluvias y retrasos en Brasil

El clima sigue siendo uno de los principales factores que inciden en el mercado de granos. La siembra de soja en Brasil ha logrado cierto avance gracias al retorno de las lluvias, aunque permanece dos semanas atrasada. A pesar de esto, Romano señala que en la temporada 2020-2021, con un escenario incluso más retrasado, Brasil logró una producción mayor a la esperada. Aunque este retraso podría tener un mayor impacto en el maíz de segunda siembra (safrinha), la soja aún podría salir adelante si el clima acompaña.

Competitividad de las exportaciones de EE. UU.

Estados Unidos ha alcanzado un 81% de cosecha en soja y maíz, un ritmo que destaca por su rapidez y que coloca a sus exportaciones en una posición competitiva frente a las de Sudamérica. Esta velocidad en la cosecha ha traído consigo problemas de almacenamiento y calidad, lo cual ha forzado a los productores a vender a precios más bajos de los deseados. Aun así, el ritmo acelerado de producción de etanol en EE. UU. y una demanda sostenida en las exportaciones han ayudado a mantener activa la comercialización estadounidense.

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Fondo de inversión y especulación en soja

Los movimientos especulativos también han influido en la reciente alza de los precios. En la última semana, los fondos vendieron 2,5 millones de toneladas de soja, reduciendo su posición neta a 9,8 millones de toneladas vendidas. Esta actividad especulativa ha contribuido a aumentar la presión sobre el mercado de la soja, generando expectativas de un ajuste en los precios en respuesta a las condiciones actuales.

Demanda de China ante posibles tensiones comerciales

Un factor clave que ha generado expectativas alcistas es la aceleración de compras de soja por parte de China, debido a la preocupación de que puedan surgir nuevas tensiones comerciales con Estados Unidos. Romano explica que el gigante asiático ha intensificado sus compras de soja estadounidense para abastecerse hasta diciembre, con la intención de recurrir a Sudamérica más adelante. Sin embargo, este aumento en las compras podría dar lugar a una menor demanda en el futuro cercano.

Aumento en los precios de aceites

Otro aspecto que ha influido en el mercado es el incremento en los precios de los aceites, resultado de los bajos niveles de inventarios mundiales. La situación ha creado condiciones favorables para una subida en los precios, aunque la retirada de India, el mayor importador de aceites, del mercado por considerar los precios demasiado altos podría poner fin a este ciclo alcista.

Argentina: lluvias y desafíos en la siembra

En Argentina, las lluvias recientes han mejorado la humedad superficial en algunas áreas del centro del país, lo que resulta favorable para la siembra de soja, cuya ventana de plantación recién se ha abierto. Sin embargo, el impacto positivo de estas precipitaciones no fue suficiente para beneficiar al maíz temprano y al trigo en zonas centrales. Según Romano, la Bolsa de Comercio de Rosario estima que un 30% del maíz temprano ha quedado sin sembrar, y que el trigo ya muestra daños irreversibles en algunas áreas.

En el sur y este del país, las condiciones hídricas son mejores, y las lluvias recientes han estabilizado las perspectivas para el trigo, especialmente en el núcleo sur. Esto permite prever un nivel de producción estable, aunque la cifra de 20 millones de toneladas de trigo parece inalcanzable, Romano destaca que las condiciones no apuntan a una caída drástica.

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Perspectivas para el mercado de soja

La combinación de factores externos, como el temor a nuevas tensiones comerciales y una demanda sostenida de China, junto con factores internos como el clima y la competitividad en exportaciones de EE. UU., sugieren que el mercado de la soja podría seguir mostrando una tendencia al alza. La situación también plantea un escenario complejo y desafiante para los productores sudamericanos, quienes deberán enfrentarse a una temporada marcada por la incertidumbre climática y la fluctuación en la demanda.