Siembra tardía de maíz: una estrategia desafiante para afrontar un ciclo incierto
Con un 75% de la superficie destinada al maíz aún sin sembrar en Argentina para la campaña 2024/25, la apuesta por la siembra tardía se perfila como una estrategia crucial. Esta técnica, que evolucionó considerablemente en las últimas dos décadas, permite a los productores enfrentar de mejor manera los desafíos climáticos y fitosanitarios del ciclo, especialmente en un contexto de posible escasez de lluvias y la amenaza de plagas.
La clave genética para enfrentar los desafíos del ciclo 2024/25
Desde la empresa KWS, el gerente regional de ventas Este, Leonardo Galli, destaca la importancia de los avances genéticos en los híbridos de maíz, diseñados para responder a las condiciones variables del norte argentino. Galli subraya que el uso de híbridos tropicales fue decisivo para enfrentar enfermedades como el Corn Stunt Spiroplasma, una amenaza que afectó al sector durante la última campaña.
El reciente lanzamiento de KWS, el híbrido tropical K7510 VIP3, es un reflejo de esta estrategia de adaptación genética. Según Galli, este híbrido no solo muestra mayor tolerancia al Spiroplasma, sino también un alto rendimiento y versatilidad, apto para aplicaciones tanto graníferas como de ensilado. Esta innovación permite a los productores una opción más estable y resistente, crucial en las zonas de alta presión sanitaria del NOA y NEA.
La estrategia de siembra tardía en un contexto de cambio climático
El establecimiento de un posible fenómeno climático Niña, con probabilidad del 71% para el trimestre septiembre-noviembre, plantea un panorama de lluvias por debajo de la media, lo que representa un desafío adicional. En este contexto, los híbridos para siembra tardía presentan una ventaja: al posponer la implantación, se evitan los períodos críticos de déficit hídrico en etapas tempranas del crecimiento del cultivo.
“En una campaña con menor disponibilidad de agua, retrasar la siembra es una opción excelente, e incluso en algunas zonas, es la única opción viable”, menciona Galli. Esta práctica, combinada con una selección de híbridos adaptados y estrategias agronómicas precisas, permitirá mitigar el riesgo climático y maximizar el rendimiento potencial.
Buenas prácticas agrícolas y manejo fitosanitario en la pre-siembra
En cuanto al manejo preventivo contra el Corn Stunt Spiroplasma, transmitido por la chicharrita (Dalbulus maidis), Galli recalca la importancia de las buenas prácticas agrícolas. El control de la chicharrita incluye la eliminación de plantas de maíz de crecimiento voluntario y la selección adecuada de la fecha de siembra y la densidad del cultivo. Además, una correcta nutrición de los híbridos desde el inicio es crucial para lograr plantas sanas y fuertes, mejorando así su resistencia a las plagas.
Equipos de híbridos de KWS: opciones para maximizar el rendimiento en siembra tardía
En esta campaña, KWS lanza equipos de híbridos adaptados específicamente a las condiciones tardías del maíz, combinando genética sanitaria, potencial de rendimiento y aptitud silera. Estos equipos están diseñados para optimizar la producción en un ciclo desafiante, brindando opciones de adaptación a diferentes necesidades y objetivos de los productores:
- Equipo sanitario: compuesto por los híbridos KWS 16-607 VIP3, K9606 VIP3 y el nuevo K7510 VIP3, especialmente resistente al Corn Stunt Spiroplasma. Este equipo está orientado a productores en zonas de alta incidencia de plagas.
- Equipo de potencial: liderado por híbridos de alto rendimiento como KWS 16-607 VIP3 y KM 3916 VIP3, ideal para productores que buscan maximizar los kilos por hectárea en ambientes favorables.
- Equipo de estabilidad: integrado por híbridos como KWS 19-120 VIP3 y KWS 16-959 VIP3, recomendados para mantener rendimientos estables en condiciones de alta variabilidad climática.
- Equipo de aptitud silera: conformado por K9606 VIP3, KWS 19-120 VIP3 y KWS 60-050 VIP3 FULL, dirigido a planteos mixtos donde se prioriza la producción de forraje para ganado, optimizando la producción de leche y carne.
El maíz en Argentina: un cultivo fundamental con el respaldo de la innovación
El avance en la genética de híbridos y el uso de tecnologías adaptadas a la siembra tardía fueron clave para que el maíz siga siendo un pilar de la producción agrícola en Argentina, especialmente en un escenario de cambio climático y alta presión fitosanitaria. La combinación de genética tropical, innovación tecnológica y buenas prácticas agrícolas permitirá a los productores enfrentar una campaña 2024/25 desafiante, en la que las estrategias adaptativas serán esenciales para mantener la productividad y sostener la estabilidad en el sector.