Siembra gruesa: cómo está la situación hídrica en la región pampeana


La próxima campaña de siembra gruesa en la región pampeana enfrenta un escenario climático que preocupa a los productores, debido a la variabilidad de los pronósticos y las condiciones hídricas desiguales. Mientras que algunas zonas, especialmente en el este de la región núcleo, han recibido lluvias importantes, hacia el oeste y noroeste persiste la falta de agua, lo que genera incertidumbre sobre la siembra de los cultivos de verano.

Desigualdad en las lluvias recientes

Las precipitaciones de finales de agosto beneficiaron principalmente al este de la región núcleo, donde los cultivos de invierno y los preparativos para los de verano recibieron un impulso. En algunos lugares, como el centro-este de la zona núcleo, las lluvias superaron ampliamente el promedio histórico para el mes de agosto. En solo dos días, se registraron 114 milímetros, superando el promedio mensual de 70,3 mm para esa zona.

Sin embargo, la situación es diferente hacia el oeste y noroeste de la región pampeana, donde la falta de lluvias se ha hecho notar. Según Adela Veliz, docente de Climatología de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), las localidades ubicadas en el oeste y noroeste muestran un paulatino desecamiento de los suelos, lo que podría afectar el rendimiento de los cultivos. Zonas como el norte y centro de Córdoba, así como el norte y centro de Santa Fe, están viendo una marcada disminución en la humedad del suelo, lo que genera preocupación para la próxima campaña.

Siembra gruesa, región pampeana

Incertidumbre climática con La Niña

A este panorama desigual en las lluvias se suma la incertidumbre respecto a la posible aparición de La Niña durante la primavera, un fenómeno que influye en las lluvias y las temperaturas. Los pronósticos varían, con posibilidades que oscilan entre el 41% y el 66%, según diferentes organismos internacionales como el Climate Prediction Center (CPC) y el International Research Institute for Climate and Society (IRI).

El CPC ha pronosticado un 66% de probabilidad de que La Niña se instale durante el trimestre de septiembre a noviembre, lo que podría extenderse hasta marzo de 2025, mientras que el IRI estima un 41% de probabilidad para este trimestre, con un aumento a 49% entre noviembre y enero. Estas diferencias en los pronósticos no ofrecen un panorama claro para los productores, que dependen de condiciones climáticas favorables para sus cultivos.

Pronósticos para la primavera

Los pronósticos de los organismos meteorológicos nacionales también advierten sobre una primavera seca y calurosa en gran parte del país. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha indicado que se esperan precipitaciones inferiores a los niveles normales, sobre todo en el norte de la región pampeana, el sur de la Mesopotamia y Cuyo. A su vez, se prevé que las temperaturas se mantendrán por encima de lo habitual, especialmente en el centro y norte del país.

La combinación de temperaturas elevadas y precipitaciones escasas es especialmente preocupante para las zonas del oeste y noroeste de la región pampeana, donde los suelos ya muestran signos de agotamiento hídrico. En localidades como Reconquista, en Santa Fe, la falta de humedad edáfica está afectando el crecimiento del trigo y podría tener consecuencias negativas para los cultivos de verano, como el maíz y la soja.

Perspectivas y estrategias para los productores

Frente a este escenario, los productores deberán estar atentos a la evolución de los pronósticos climáticos y adaptar sus estrategias de siembra y manejo de cultivos en función de las condiciones hídricas locales. En algunas áreas, como Tres Arroyos, en Buenos Aires, donde la disponibilidad de agua es favorable, los cultivos de invierno como el trigo se desarrollan en buenas condiciones, lo que brinda cierta tranquilidad para la próxima campaña gruesa.

Siembra gruesa, región pampeana

Sin embargo, en zonas con déficit hídrico, los productores tendrán que evaluar cuidadosamente sus decisiones de siembra. El manejo del agua será clave, y la adopción de prácticas que optimicen el uso del recurso hídrico será esencial para mitigar los efectos de la posible escasez de lluvias.

La próxima campaña gruesa en la región pampeana se enfrenta a desafíos importantes en términos de clima y disponibilidad de agua. La variabilidad en las lluvias y la incertidumbre sobre la aparición de La Niña complican el panorama, especialmente en las zonas que ya presentan déficit hídrico. Los productores deberán mantenerse informados y ajustar sus decisiones de manejo para minimizar los riesgos y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrezca la temporada.