Siembra de soja: advierten problemas germinativos
La siembra de soja de primera en la región núcleo alcanzó un millón de hectáreas en tan solo dos semanas, pero el entusiasmo por el rápido avance se vio opacado por problemas de emergencia en las plantas. Los ingenieros agrónomos que trabajan en la región alertan sobre una calidad deficiente en las semillas, lo que se traduce en dificultades para la germinación y un crecimiento inicial desigual. Este desafío pone en riesgo el rendimiento futuro de los cultivos y genera preocupación en una campaña que aún tiene un largo camino por delante.
Avance rápido, pero con dificultades en la calidad de las semillas
Según reporta la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la segunda semana de siembra ya se implantó el 25% del área proyectada, alcanzando 1,05 millones de hectáreas de las 5,5 millones planificadas. El porcentaje de avance de este año (25%) supera el de la campaña pasada (22%) para la misma fecha, lo que indica una gran velocidad en las labores de campo. Sin embargo, el rápido avance no fue suficiente para mitigar los efectos de una calidad de semilla que, de acuerdo con los expertos, es “regular” y presenta limitaciones en su poder germinativo, revelado tanto en pruebas de campo como en el análisis de laboratorio.
En Marcos Juárez, por ejemplo, donde la siembra alcanzó entre el 40% y el 50% del área total, se están observando serios problemas en la emergencia de las plantas. “En general, las primeras emergencias no son buenas debido a la calidad de las semillas disponibles”, señalaron asesores de la BCR. Este problema no es menor, ya que las deficiencias en esta etapa pueden tener un impacto significativo en el rendimiento final de los cultivos. Los resultados de los “cold tests”, que miden la capacidad de las semillas para germinar en condiciones adversas de bajas temperaturas, mostraron también resultados poco alentadores, reflejando que muchas semillas no tienen el vigor necesario para superar estas condiciones iniciales.
Medidas de prevención y los límites de la tecnología
Para contrarrestar la situación, los productores aplicaron tratamientos con curasemillas y productos microbiológicos que favorecen el enraizamiento, además de aumentar la densidad de siembra para intentar asegurar una emergencia uniforme. Sin embargo, estas medidas no parecen estar dando los resultados esperados en todas las áreas.
El curasemillas es una técnica que cubre las semillas con productos químicos y biológicos que protegen de enfermedades y favorecen el desarrollo radicular, mientras que los productos microbiológicos buscan fortalecer la planta en sus primeras etapas. A pesar de estos esfuerzos, los problemas de emergencia persisten en zonas como Marcos Juárez y en localidades donde las condiciones son aún más severas, lo cual genera inquietud entre los productores, ya que estas dificultades tempranas podrían afectar el crecimiento y rendimiento en etapas posteriores del cultivo.
Avances desiguales en la región y factores climáticos
En otras localidades, sin embargo, el panorama es más alentador. Zonas como Río Tala, Bigand y General Pinto registraron un progreso sin mayores inconvenientes en cuanto a la emergencia de las plantas. Esto sugiere que la calidad de la semilla y las condiciones climáticas juegan un rol fundamental en el éxito de la siembra. Las condiciones de humedad y la temperatura de la cama de siembra son factores críticos para la germinación, y en estos casos específicos parecen haber sido favorables hasta el momento.
No obstante, en El Trébol, donde el avance de siembra alcanza un significativo 70%, la falta de humedad obligó a los productores a detener temporalmente las labores. Aunque las lluvias llegaron recientemente, lo hicieron acompañadas de granizo y fuertes vientos, lo que podría haber causado daños adicionales al cultivo. Este evento climático puntual subraya la vulnerabilidad del proceso de siembra ante cambios bruscos en las condiciones meteorológicas, un factor que los productores no pueden controlar y que puede tener efectos negativos en la implantación y desarrollo inicial de las plantas.
Perspectivas y desafíos
De cara a los próximos días, los agricultores deberán estar atentos a las condiciones de emergencia de la soja en la región núcleo, especialmente en aquellas zonas donde las semillas presentan menor vigor. Los problemas de germinación y los factores climáticos adversos, como la falta de humedad o el granizo, podrían poner en riesgo los objetivos de producción de esta campaña.
El sector enfrenta el desafío de superar la cifra inicial de siembra de un millón de hectáreas y alcanzar el área proyectada de 5,5 millones. Sin embargo, lograr este objetivo dependerá no solo de la continuidad de la siembra a buen ritmo, sino también de la capacidad de respuesta del cultivo ante la calidad de la semilla y las condiciones climáticas. Los problemas actuales de emergencia reflejan la importancia de contar con semillas de alta calidad y, en casos como el actual, subrayan la necesidad de continuar investigando y desarrollando soluciones para asegurar la resistencia y vigor en las semillas destinadas a las condiciones de campo en Argentina.
A medida que la campaña avanza, será crucial monitorear el desarrollo de los cultivos en las zonas más afectadas y evaluar las estrategias de manejo para mitigar el impacto de estos problemas iniciales. La capacidad de los productores de adaptarse y responder a estos desafíos será determinante para garantizar el éxito de la cosecha y minimizar las pérdidas en una campaña que comenzó con expectativas altas, pero con desafíos inmediatos en el camino.