La sequía y La Niña ponen en riesgo la producción en el NEA
La región del Noreste Argentino (NEA) atraviesa una sequía crítica que pone en alerta a los productores locales que atraviesan la crisis climática y se anticipa la llegada de La Niña. Desde abril no se registraron lluvias significativas, y la inminente llegada del fenómeno de La Niña agrava las expectativas para la próxima campaña agrícola.
Según un informe de la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA), “La inminencia de La Niña hace especialmente preocupante la falta de lluvia en ciertos sectores, en especial en el NEA, donde el impacto de este fenómeno suele ser más marcado.” Este patrón climático generalmente trae consigo condiciones más secas de lo habitual, aumentando el riesgo de sequías en una región ya afectada.
En junio y en lo que va de julio, la falta de precipitaciones fue notable. La ORA señala que esta ausencia de lluvias, combinada con las olas de calor que se registraron en junio, llevó a una drástica reducción de las reservas de agua en el suelo. Los gráficos de la ORA muestran un claro descenso en los niveles de humedad del suelo, que pasaron de ser excesivos a mediados de abril a estar por debajo de lo normal a partir de mediados de junio.
Durante el periodo del 11 al 18 de julio, se observó una anomalía significativa en las reservas de agua en el suelo. Las áreas con valores de vigor vegetal están por debajo y muy por debajo de lo normal, concentrándose principalmente en el centro de Formosa y el centro-oeste de Chaco. También se registraron algunos puntos más secos de lo normal en Salta.
Impacto de la sequía en la producción agrícola
El déficit hídrico afecta directamente a las áreas trigueras de la región. En provincias como Santiago del Estero y Tucumán, el aumento de áreas con déficit hídrico es notable. Este escenario complica las perspectivas para los productores que enfrentan una campaña desafiante.
El informe de la ORA también destacó la situación en otras provincias. En Córdoba y La Pampa, predominan las categorías de almacenaje regular, mientras que Santa Fe y Entre Ríos presentan un almacenaje profundo adecuado. En la provincia de Buenos Aires, la situación varía según la zona, pero en general no hay áreas con reservas escasas o déficit hídrico. “El sur de la provincia (dejando de lado los partidos Patagones y Villarino) es la zona con mayor proporción de áreas con humedad óptima”, concluyó la ORA.
La combinación de la falta de lluvias y las altas temperaturas presenta un desafío significativo para los productores del NEA. La llegada de La Niña podría intensificar estos problemas, reduciendo aún más las reservas de agua y afectando la productividad agrícola. Los productores deberán enfrentar esta situación con estrategias adaptativas y medidas de manejo que les permitan mitigar los efectos adversos del clima en sus cultivos.
En este contexto, es crucial la asistencia técnica y el monitoreo constante por parte de las autoridades y organizaciones agrícolas para apoyar a los productores y minimizar el impacto de esta compleja situación climática.