De la sequía a las lluvias abundantes: el clima 2025 y la zona núcleo bajo el agua

El mes de febrero cierra con un giro climático con abundantes lluvias que marca un antes y un después para los productores agropecuarios de la zona núcleo. Luego de un enero marcado por la falta de lluvias y temperaturas extremas, febrero trajo precipitaciones intensas que cambiaron radicalmente el panorama del campo. En los últimos días, lluvias torrenciales han dejado acumulados que en algunos casos superan los 100 milímetros diarios, y los pronósticos indican que la tendencia continuará en los próximos días.
Un alivio para el campo tras un enero preocupante
El inicio de 2025 fue desafiante para el agro. Enero se caracterizó por la escasez de precipitaciones y temperaturas elevadas, generando un escenario de estrés hídrico para los cultivos de la región pampeana. Sin embargo, febrero revirtió en gran parte esta situación con lluvias abundantes, que si bien no compensarán completamente las pérdidas causadas por el déficit hídrico anterior, permitirán sostener una cosecha con un rendimiento aceptable.

Las precipitaciones recientes han sido particularmente significativas en el centro del país, donde se han registrado acumulados diarios superiores a los 100 milímetros. En la provincia de Córdoba, por ejemplo, la Bolsa de Cereales y la Administración Provincial de Recursos Hídricos (APRHI) reportaron importantes lluvias entre el 26 y el 27 de febrero, beneficiando a los cultivos que venían afectados por la sequía y el calor.
Registros de lluvias en la última semana
Un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) detalló que entre el 21 y el 26 de febrero se registraron acumulados superiores a los 100 milímetros en varias zonas de la región pampeana. Según el consultor en clima de la BCR, Alfredo Elorriaga, la combinación de una masa de aire con alto contenido de humedad y temperaturas elevadas generó tormentas intensas con amplia cobertura territorial.

Los mayores acumulados se registraron en la franja central de la región pampeana, con precipitaciones que oscilaron entre los 60 y los 193 milímetros. Localidades como Pehuajó, en la provincia de Buenos Aires, vieron lluvias que en pocas horas igualaron o incluso superaron el promedio mensual. En contraste, el extremo norte de la región pampeana recibió precipitaciones más escasas.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) también confirmó la intensidad de las lluvias con mapas de precipitaciones diarias, que reflejan un patrón de lluvias generalizadas en el centro del país.

Más lluvias en el horizonte
Los pronósticos indican que las lluvias persistirán en los próximos días. De acuerdo con la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, un frente de tormenta continuará avanzando sobre el territorio, generando precipitaciones de variada intensidad.
Las previsiones regionales señalan que:
- Gran parte del NOA, la Región del Chaco, el norte de Cuyo, la Mesopotamia y la Región Pampeana recibirán entre 25 y 100 milímetros, con focos de lluvias más intensas en algunas áreas.
- Córdoba, el norte y centro de la Región Pampeana y el noroeste de Salta podrían registrar tormentas severas con acumulados superiores a los 150 milímetros.
- Otras regiones, como el norte de Uruguay, Cuyo y el sur de la Región Pampeana, recibirán precipitaciones más moderadas.

Por su parte, la GEA de Rosario también pronostica un inicio de marzo con lluvias recurrentes. La combinación de aire tropical cálido con el ingreso de masas de aire más frías favorecerá la condensación y la formación de nuevas tormentas. Estas condiciones climáticas inestables se mantendrán entre el 27 de febrero y el 5 de marzo, con lluvias intermitentes y chaparrones aislados.
Se espera que los eventos más intensos, con acumulados superiores a los 100 milímetros, ocurran en el centro y oeste de la zona núcleo, donde el exceso de agua ya es un factor a considerar para los productores.

El clima sigue marcando el pulso del agro argentino. Luego de un enero preocupante, febrero trajo lluvias salvadoras que, aunque con intensidad variable, han permitido mejorar las condiciones de los cultivos en la zona núcleo. Con un marzo que se anticipa húmedo, los productores seguirán atentos a la evolución climática para definir sus estrategias de cosecha y manejo del suelo. Lo que está claro es que la variabilidad climática sigue siendo un desafío constante para el sector agropecuario.