Simplifican el RUCA: las actividades del registro se redujeron un 60%, pasando de 108 a 45


El Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) fue objeto de una transformación significativa como parte de las políticas de desburocratización impulsadas por el gobierno nacional. Mediante la Resolución N° 82/2024, publicada en el Boletín Oficial, el gobierno redujo las actividades reguladas y las inscripciones en el registro en un 60%, pasando de 108 a 45 actividades y de 54.000 a 24.000 inscripciones. Esta medida busca consolidar las funciones de cada organismo en el proceso de registro y simplificar el comercio de productos agroalimentarios en Argentina, promoviendo una mayor accesibilidad para los operadores.

Objetivos y beneficios de la simplificación del RUCA

El principal objetivo de la reforma es ofrecer un sistema de registros más eficiente, sin duplicidad de trámites y con menores costos y tiempos para quienes participan en la cadena agroalimentaria. Al eliminar los aranceles y requisitos superfluos, el gobierno facilita el acceso de pequeños y medianos operadores al mercado, quienes tradicionalmente enfrentaban más dificultades para cumplir con las normativas vigentes. Con esta reforma, los operadores ya no deberán realizar múltiples inscripciones para comercializar diferentes productos, lo que reduce notablemente la carga administrativa.

Antes de esta medida, los operadores que, por ejemplo, se dedicaban al acopio de granos, debían inscribirse en distintas categorías según el tipo de producto que acopiaban, como soja, maní o legumbres. Ahora, solo será necesario registrarse una vez como acopiador general, lo que les permitirá comercializar cualquier especie sin restricciones adicionales. Esta unificación de actividades en el RUCA también está orientada a facilitar la futura integración del registro con el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA), que abarcará tanto a productores como a operadores.

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Cambios específicos en el RUCA

Entre las modificaciones implementadas, se destacan:

  1. Eliminación de aranceles: La inscripción en el RUCA es ahora gratuita, una medida clave para reducir los costos de entrada y estimular la participación en el mercado.
  2. Inscripciones sin vencimiento: La inscripción ya no tendrá fecha de caducidad, siempre que el operador cumpla con los requisitos establecidos, eliminando así la necesidad de renovar registros de manera constante.
  3. Reducción de requisitos administrativos: La resolución enumera claramente los requisitos para cada actividad, evitando la solicitud de documentación adicional que no esté explícitamente normada.
  4. Verificaciones virtuales: La nueva normativa incorpora procedimientos de verificación virtual para la inscripción de actividades, lo que agiliza los tiempos y facilita la habilitación de establecimientos.
  5. Simplificación de requisitos financieros y fiscales: Se eliminan exigencias sobre solvencia económica, antecedentes y cumplimiento de obligaciones tributarias o del Banco Central. Asimismo, los operadores ya no deberán acreditar el cumplimiento de sentencias y laudos arbitrales relacionados con consumo o abastecimiento.

Con estos cambios, el registro experimentó una reducción del 60% en el número de actividades cubiertas, y se eliminaron 54 actividades a lo largo del año, abarcando sectores como el lanero, yerbatero, frutihortícola y azucarero, con el objetivo de concentrarse en el rubro de granos y otros sectores clave.

Implicaciones para el sector agroalimentario

La simplificación del RUCA no solo disminuye la carga burocrática para los operadores del sector, sino que también tiene implicaciones importantes para la competitividad del comercio agroalimentario. La eliminación de requisitos financieros y fiscales, como la solvencia económica y el cumplimiento de obligaciones con el Banco Central, apunta a facilitar la participación de pequeños operadores que, de otro modo, podrían quedar excluidos por no cumplir con estos requisitos. La medida también busca promover una fiscalización más eficiente y ágil, permitiendo al gobierno centrar los recursos de control en actividades con mayor impacto en la economía y en la seguridad alimentaria.

Por otro lado, al reducir la cantidad de actividades bajo regulación, el RUCA contribuye a evitar la superposición de funciones entre los distintos organismos gubernamentales, un problema recurrente en la administración pública argentina. Esto no solo simplifica el trabajo de fiscalización, sino que también permite una mayor transparencia en el control de actividades comerciales en el sector agroalimentario.

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La perspectiva de un sistema de registro unificado

La resolución actual, además de simplificar el RUCA, es un paso previo hacia la integración de este registro con el Sistema de Información Simplificado Agrícola (SISA). El objetivo final es crear un registro único que incluya tanto a productores como a operadores de toda la cadena agroalimentaria, permitiendo una mayor complementariedad entre los diferentes organismos de control. La consolidación de este sistema de registro único facilitaría la fiscalización inteligente y reduciría aún más la carga administrativa para los actores del sector.

La simplificación del RUCA representa un avance hacia un sistema de comercio agroalimentario más ágil y menos costoso en Argentina. Al reducir el número de actividades reguladas y los requisitos para inscribirse, la medida mejora la accesibilidad del sector para nuevos operadores y contribuye a una administración pública más eficiente y transparente. La integración futura con el SISA se perfila como un objetivo central, con la esperanza de que este sistema único permita a la Argentina consolidarse como un referente en la facilitación del comercio agroalimentario a nivel regional.