Primavera 2024: cómo será el clima para el campo
El panorama del clima en la primavera agrícola en Argentina continúa deteriorándose con el avance de la sequía, que afecta principalmente a los cultivos de trigo, maíz y girasol. La falta de lluvias en vastas regiones productoras ha comenzado a generar una alerta cada vez más preocupante para la campaña 2024/25. A pesar de algunas lluvias en el sur de Buenos Aires, la situación en el resto de las áreas clave de la agricultura extensiva sigue siendo crítica.
En su informe semanal del clima, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) presentó un análisis alarmante sobre la situación del trigo. Según el reporte, el 64% de la zona núcleo se encuentra bajo sequía, un aumento con respecto al 54% registrado la semana anterior. Este déficit hídrico ha afectado a 1,3 millones de hectáreas de trigo, de las cuales 420.000 presentan condiciones regulares o malas. De estas hectáreas, 130.000 se califican como malas y 290.000 como regulares. En resumen, uno de cada tres lotes de trigo muestra signos de deterioro que podrían traducirse en una caída significativa en los rendimientos.
Los técnicos consultados por la GEA ya anticipan un impacto negativo en la producción. En algunas zonas, como Marcos Juárez, los rendimientos proyectados han bajado de 40 quintales por hectárea a niveles mucho menores. En otras áreas, como Piedritas y Bigand, los trigos enfrentan condiciones desiguales debido a las altas temperaturas y los vientos fuertes, lo que añade más dificultades para alcanzar el potencial productivo esperado. Con más del 50% de los trigos en su etapa de encañazón, el momento crítico para el desarrollo de los granos coincide con la falta de lluvias, lo que agrava el riesgo de una cosecha subóptima.
Además, el informe subraya que para revertir este escenario sería necesario que caigan entre 80 y 140 milímetros de lluvia, algo que, según los pronósticos actuales, parece improbable en el corto plazo. Los especialistas ya descuentan una caída en los rendimientos de trigo, y la posibilidad de alcanzar un horizonte productivo de 5 millones de toneladas en la región núcleo se ha desvanecido.
El maíz en pausa y el girasol afectado por el clima
La situación del maíz también es crítica. La siembra de este cereal se ha paralizado en gran parte de la zona núcleo, afectando los planes de los productores. De acuerdo con el informe de la GEA, solo se ha sembrado la mitad de la superficie prevista para este ciclo. En algunas áreas, como el sudeste de Córdoba, apenas se ha logrado cubrir el 20% de la superficie, mientras que en el centro-sur de Santa Fe, el avance es del 63%, pero con serias dificultades para continuar. La siembra debería completarse para principios de octubre, pero la falta de agua ha generado incertidumbre sobre si se podrán cumplir estos plazos.
En zonas como el noroeste bonaerense, donde la ventana de siembra es más amplia, las labores también se encuentran detenidas a la espera de lluvias. Los lotes sembrados durante la primera tanda, inmediatamente después de la Tormenta de Santa Rosa, han germinado bien, pero la germinación en las tandas siguientes ha sido despareja debido a la escasa humedad en el suelo. En Camilo Aldao, un productor expresó su preocupación por la situación: “Lo sembrado puede tolerar unos días más en estas condiciones, pero si el tiempo se mantiene frío y con poca humedad, podríamos enfrentar pérdidas significativas de plantas”.
El girasol, por su parte, también enfrenta serios problemas. Según el Panorama Agrícola Semanal (PAS) de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la siembra de girasol en el NEA y el centro-norte de Santa Fe está paralizada debido a la falta de humedad en la capa superficial del suelo. En los lotes ya sembrados, se observan emergencias desparejas, con cultivos que van desde la fase de emergencia hasta aquellos con ocho hojas desplegadas, pero todos con una condición variable que refleja la falta de lluvias.
Pronósticos desalentadores para la primavera
Los pronósticos climáticos para las próximas semanas no son optimistas. La perspectiva agroclimática de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indica que las lluvias estarán concentradas en el nordeste del país, mientras que el resto de las áreas agrícolas recibirán precipitaciones escasas o nulas. Aunque se espera que las tormentas del lunes próximo puedan traer algo de alivio, las acumulaciones previstas serán insuficientes para revertir la situación crítica que enfrentan los cultivos.
El avance de la sequía y la falta de lluvias en las zonas productoras de Argentina han puesto en jaque la campaña agrícola 2024/25, especialmente para el trigo, el maíz y el girasol. Con rendimientos ya en caída y sin pronósticos de lluvias significativas en el horizonte inmediato, los productores enfrentan una temporada difícil y llena de incertidumbre.