Alerta en las plagas: fallas en el control de cultivos Bt según Aapresid


La Asociación Argentina de Productores en Siembra Directa (Aapresid), a través de su Red de Manejo de Plagas (REM), publicó un informe revelador sobre la campaña agrícola 2023/24. Entre los hallazgos más destacados, se evidenció un preocupante incremento en las fallas de control de plagas en cultivos transgénicos Bt, destinados a ofrecer resistencia a lepidópteros, una de las principales amenazas en el sector agrícola.

Resultados alarmantes en maíces y sojas Bt

El relevamiento, que analizó más de 1,8 millones de hectáreas en todo el país, reveló que en maíces Bt con tecnología Cry, el 46% de los productores reportó presencia o daño de lepidópteros, cifra que ascendió al 69% en sojas Bt. Especialmente en cultivos de soja con tecnología Intacta, el 78% de los encuestados debió recurrir al uso de insecticidas, contradiciendo el principio de inmunidad esperada de estas tecnologías.

Los resultados ponen de manifiesto posibles problemas de resistencia de los insectos a las biotecnologías o un manejo inadecuado de las estrategias de refugio, diseñadas para evitar la adaptación genética de las plagas. La situación también resalta la necesidad de renovación genética, especialmente en soja, un sector que enfrenta limitaciones debido a la falta de una Ley de Semillas que proteja la propiedad intelectual y fomente la inversión.

Adopción de biotecnologías en cifras

El informe detalla que la adopción de biotecnologías varía según la región y el cultivo:

  • Maíz Bt:
    • Tecnología Cry: promedio de adopción del 50%, aunque más baja en el NEA (22,5%) y el Litoral (37,6%).
    • Tecnología Vip: más extendida, liderando el NEA con un 81,7% y alcanzando entre el 60% y 70% en otras zonas.
  • Soja Bt:
    • Intacta: adopción significativa en el NEA (77,3%) y NOA (75%), pero más moderada en otras áreas.
    • Conkesta: adopción baja, sin superar el 12% en ninguna región.
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Manejo de malezas y fungicidas: desafíos persistentes

El manejo de malezas continúa siendo un desafío central para los productores: el 11,8% reportó problemas de fitotoxicidad, especialmente vinculados al uso de herbicidas hormonales (51,5%) e inhibidores de ALS (24,2%).

En cuanto al uso de fungicidas, un 12% de los encuestados expresó inseguridades sobre su efectividad, particularmente en combinaciones de triazol y estrobilurina aplicadas en soja, donde se observó una disminución en los resultados esperados.

Bioinsumos: una tendencia en crecimiento

Una nota positiva del informe es el creciente uso de productos biológicos. Según los datos:

  • El 27,7% de los productores ya utiliza bioinsumos como bioestimulantes, biofertilizantes y biocontroladores.
  • La soja lidera esta adopción, aplicándolos en el 58,4% de su superficie sembrada, frente al 19,3% en maíz y el 8,3% en girasol.
  • Las motivaciones principales incluyen mejorar la tolerancia al estrés (34%) y aportar nutrientes (31%).
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Compromiso con el impacto ambiental

El informe también destacó avances en las prácticas ambientales:

  • 18,2% de los encuestados realiza evaluaciones de impacto ambiental.
  • 72,6% gestiona los envases de fitosanitarios, aunque los obstáculos incluyen la falta de acceso a centros de acopio y costos logísticos.

Entre quienes tratan los envases, el 92,2% utiliza el método de triple lavado, aunque no todos emplean equipos de protección adecuados

El informe de Aapresid sirve como un llamado de atención para el sector agrícola argentino. Las fallas en el control de plagas Bt evidencian la necesidad de:

  1. Revisar estrategias de manejo para evitar la resistencia de insectos.
  2. Actualizar la genética de los cultivos, especialmente en soja.
  3. Promover prácticas sustentables como el uso de bioinsumos y una gestión responsable de insumos químicos.

Estos desafíos, combinados con el crecimiento de tecnologías alternativas, plantean una oportunidad para que la agricultura argentina evolucione hacia sistemas más resilientes y sostenibles.