La oruga de la espiga en maíz desafía la campaña 2024/25
La oruga de la espiga (Helicoverpa zea) está generando preocupación entre los productores de maíz en Argentina. Esta plaga, históricamente considerada secundaria, ha ganado protagonismo en la campaña 2023/24, especialmente en cultivos con tecnología Bt. Frente a este escenario, la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid compartió recomendaciones clave para abordar los desafíos en el control de esta plaga.
La tecnología Bt bajo presión
Los maíces Bt, que producen proteínas Cry y Vip con efecto insecticida, son una herramienta fundamental para el manejo de H. zea y otras plagas. Sin embargo, se han detectado casos de fallas en el control, particularmente con la proteína Vip3A.
Un informe reciente de la REM reveló que el 36,8 % de los productores con maíces tempranos y el 44,6 % con maíces tardíos identificaron a la oruga de la espiga como la principal plaga de la campaña. Este aumento en la incidencia de H. zea se observó especialmente en el NEA, donde la tecnología Bt cubre el 82 % de los cultivos.
La empresa responsable de la proteína Vip3A realizó estudios confirmatorios sobre un posible cambio en la susceptibilidad de la plaga. Los resultados, que indicaron un control parcial, fueron reportados a las agencias regulatorias.
Especialistas como Alejandro Vera, entomólogo de la EEAOC, señalaron que, además del incremento poblacional, H. zea podría estar mostrando cambios en sus hábitos reproductivos. Aunque tradicionalmente coloca huevos en los estigmas de las espigas, se han detectado casos en los que los deposita también en las hojas. Estos cambios, junto con posibles migraciones de larvas grandes desde cultivos vecinos, podrían influir en la eficacia del control Bt.
La ORA también informó que la alta temperatura y el déficit hídrico podrían estar generando condiciones que favorecen la supervivencia y propagación de la plaga.
Estrategias para actuar frente a la oruga de la espiga del maíz
Aunque muchas denuncias de fallas en el control resultan ser “falsas alarmas” relacionadas con errores en el manejo de híbridos o refugios, es crucial seguir protocolos para confirmar y abordar los casos reales:
- Notificación al semillero: Ante sospechas de fallas, los productores deben informar a los semilleros para iniciar una investigación.
- Análisis a campo: Los técnicos evalúan la causa del daño, identifican la plaga y determinan si las larvas provienen de migraciones o de problemas en el consumo de proteínas Bt.
- Investigación avanzada: Si se confirma una falla, la empresa desarrolladora debe realizar estudios en campo y laboratorio para identificar cambios en la susceptibilidad de las poblaciones de la plaga.
Tecnología Bt: una aliada clave a proteger
A pesar de los desafíos actuales, la tecnología Bt sigue siendo efectiva contra plagas como el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) y el barrenador del tallo (Diatraea saccharalis). Sin embargo, prolongar su utilidad requiere un manejo integrado que incluya:
- Monitoreo constante: Especialmente durante la etapa R1 del cultivo, cuando los estigmas son visibles.
- Uso adecuado de refugios: Fundamental para retrasar la evolución de la resistencia en plagas.
- Tratamientos químicos: Aplicados de manera oportuna, antes de que las larvas ingresen a la espiga.
El manejo adecuado de tecnologías Bt no solo es responsabilidad de los productores, sino también de asesores y semilleros. La clave está en actuar a tiempo, ajustando estrategias y tomando decisiones basadas en monitoreos y análisis precisos.
Proteger estas herramientas biotecnológicas es esencial para garantizar la productividad y sustentabilidad del cultivo de maíz en el futuro, frente a desafíos crecientes como el de la oruga de la espiga.