Optimismo en el mercado inmobiliario rural 2025
El mercado inmobiliario rural en Argentina experimenta un resurgimiento alentador, impulsado por la estabilidad cambiaria y política que caracterizó los últimos meses de 2024. El Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (Incair), elaborado por la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), alcanzó en noviembre 65,9 puntos, el valor más alto desde su creación en 2013. Este repunte marca una tendencia positiva que el sector espera consolidar en 2025.
Un repunte sostenido del mercado inmobiliario rural
El Incair mide la actividad del mercado mercado inmobiliario rural en base a datos como consultas de inversores, cantidad de operaciones realizadas y avisos de venta de campos. Según la CAIR, el notable incremento en noviembre refleja un mercado en recuperación tras años de estancamiento.
“La estabilidad cambiaria y política incidieron favorablemente durante el período, lo que explica el incremento de consultas y visitas a los campos”, señalaron desde la entidad. Además, la firme demanda de inversores, en contraste con una oferta limitada de campos de alta calidad, está ejerciendo presión sobre los precios.
Factores detrás del auge 2024
Varios elementos confluyen para posicionar al mercado inmobiliario rural como una oportunidad atractiva para inversores:
- Precios competitivos: Según Ricardo González, Head of Rural Banking en Rabobank, los precios de las tierras argentinas están desacoplados del mercado internacional. Mientras que en países competidores como Brasil, Estados Unidos y Australia el valor de la tierra se triplicó, en Argentina descendió, mostrando ahora un rebote del 8% al 10%.
- Interés extranjero: Federico Nordheimer, CEO de Nordheimer Campos y Estancias, destacó el creciente interés de inversores internacionales, incluso sin experiencia previa en el agro, atraídos por las condiciones económicas locales.
- Estabilidad climática: Las recientes lluvias mejoraron las perspectivas agrícolas, incentivando aún más las inversiones en la Pampa Húmeda, una región que lidera la demanda.
El 2024 comenzó con cautela debido al cambio de gobierno y las dudas sobre el rumbo económico. Sin embargo, a medida que avanzó el año, la estabilidad política y económica alentó la reactivación del mercado de campos, especialmente en áreas agrícolas de alta productividad.
La Pampa Húmeda concentró la mayoría de las operaciones, mientras que las regiones ganaderas y extra Pampa Húmeda tuvieron un desempeño más moderado. Este comportamiento refleja una preferencia geográfica por zonas de mayor rendimiento agrícola.
Otro aspecto destacado fue la participación de nuevos inversores, muchos provenientes de sectores ajenos al agro. Esto diversificó el perfil del mercado, sumando actores nacionales e internacionales que buscan oportunidades en un activo que combina seguridad y proyección de valor.
Perspectivas para 2025
El mercado inmobiliario rural enfrenta 2025 con expectativas optimistas. Se proyecta un panorama de continuidad en la recuperación, con factores como la estabilidad económica, un clima más favorable y la demanda sostenida por tierras agrícolas impulsando el crecimiento.
- Demanda liderada por la Pampa Húmeda: Se espera que esta región siga siendo el principal motor del mercado, mientras que las áreas ganaderas podrían experimentar un leve repunte.
- Aumento en la oferta: El interés creciente podría traducirse en una mayor disponibilidad de campos, equilibrando las dinámicas entre compradores y vendedores.
- Nuevas oportunidades de desarrollo: La llegada de inversores nacionales e internacionales promete diversificar aún más el mercado y generar innovaciones en el sector.
Con una firme demanda de inversores y el respaldo de un entorno económico más estable, el mercado inmobiliario rural se perfila como una de las estrellas del próximo año. El interés por tierras agrícolas de alta calidad, combinado con una oferta limitada y precios competitivos, posiciona al sector como un motor de crecimiento para 2025.
El optimismo es compartido por expertos y actores del mercado, quienes anticipan un año clave para consolidar la recuperación, generar nuevas oportunidades de desarrollo y fortalecer el impacto positivo del agro en la economía nacional.
