NEA y el Litoral: alarmas por invasión de jabalíes y ciervos axis
Las regiones del Noreste Argentino (NEA) y el Litoral enfrentan una creciente amenaza ecológica y económica debido a la proliferación descontrolada de especies invasoras. En un llamado urgente a las autoridades, cuatro confederaciones rurales de estas áreas solicitaron medidas inmediatas para frenar el impacto de los jabalíes, chanchos asilvestrados y ciervos axis, que están provocando graves daños ambientales, sanitarios y productivos.
Un llamado de atención desde las confederaciones rurales
Las confederaciones que agrupan a las provincias del Litoral y el NEA, incluyendo la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes (ASRC), la Confederación de Asociaciones Rurales de Chaco y Formosa (Chafor), la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) y la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones (FARM), han emitido un comunicado advirtiendo sobre el “desbalance ecológico” que están generando estas especies invasoras.
El documento, respaldado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), detalla que la propagación de los jabalíes, chanchos asilvestrados y ciervos axis está fuera de control y que su presencia no cuenta con depredadores naturales ni regulaciones adecuadas. Esto generó un triple impacto negativo: económico, sanitario y ambiental.
Daños en los ecosistemas y la producción del NEA y Litoral
Uno de los principales problemas que señalan las confederaciones es el impacto económico que estas especies causan en las actividades productivas. En diversas áreas del Litoral y el NEA, la invasión de estos animales impidió el normal desarrollo de la agricultura y la ganadería, afectando particularmente la cría de ovejas y la intensificación de cultivos. El daño que provocan en los campos redujo la capacidad productiva de muchas fincas, lo que genera pérdidas significativas para los productores rurales.
Desde un punto de vista sanitario, los jabalíes y los ciervos axis también representan una amenaza seria al ser vectores de enfermedades contagiosas que pueden afectar tanto a los animales domésticos como a los seres humanos. La falta de control sobre su propagación agrava esta situación, ya que su número crece sin restricciones, exponiendo al sector agropecuario a brotes de enfermedades.
A nivel ambiental, la situación es aún más alarmante. Estas especies exóticas están destruyendo la fauna y el paisaje natural de las regiones afectadas. La presencia de estos animales no solo provoca la pérdida de biodiversidad, sino que también altera los ecosistemas locales, lo que tiene consecuencias a largo plazo para la sostenibilidad de la flora y fauna autóctona.
La invasión de especies vegetales
A la problemática de los animales invasores se suma el hecho de que estos mismos animales están contribuyendo a la propagación de otras especies invasoras. Según un estudio reciente de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA), los jabalíes y ciervos axis están ayudando a propagar la acacia negra, una especie vegetal invasora que también genera importantes perjuicios ecológicos. La acacia negra compite con las especies nativas, alterando los ecosistemas y desplazando a la flora autóctona.
Una solución urgente y colaborativa
Ante esta alarmante situación, las confederaciones rurales hicieron un llamado a todas las autoridades involucradas, desde el Gobierno nacional y las provincias hasta organismos como el SENASA, para que trabajen en conjunto y desarrollen una estrategia integral para controlar la invasión de estas especies. En el comunicado, las confederaciones resaltan la necesidad de un esfuerzo público-privado que permita diseñar políticas efectivas para enfrentar el problema.
“La gravedad de la cuestión amerita un trabajo público-privado urgente, mancomunado e interjurisdiccional, que evalué sus múltiples aristas y proponga soluciones integrales”, subraya el texto, que además ofrece la colaboración de las entidades rurales para diseñar e implementar las políticas necesarias.
Un desafío para las autoridades
El control de especies invasoras, especialmente en regiones tan amplias como el Litoral y el NEA, es un desafío de gran magnitud. Requiere no solo un marco normativo claro y específico, sino también recursos técnicos y financieros para implementar las medidas de control necesarias. Las confederaciones rurales alertaron sobre una situación que afecta tanto a la producción agropecuaria como a la conservación del ambiente, y dejaron claro que es imprescindible actuar antes de que los daños sean irreversibles.
La intervención de las autoridades será clave para evitar que el problema siga escalando y para asegurar la sostenibilidad de los ecosistemas y las actividades productivas en estas regiones. La implementación de controles efectivos, la regulación de las especies invasoras y la restauración de los ecosistemas dañados serán los próximos pasos que deberán seguirse para mitigar esta crisis ambiental en el NEA y el Litoral.
