La Mesa de Enlace respaldó la baja de retenciones y pidió que sea parte de una política de Estado en el 2025
La reciente decisión del Gobierno de reducir temporalmente las retenciones a granos y productos de las economías regionales generó una amplia repercusión en el sector agropecuario. Si bien recibió elogios iniciales, también fue objeto de críticas. Ahora, la Mesa de Enlace, compuesta por las principales entidades del agro, emitió un comunicado conjunto expresando un sólido respaldo a la medida y pidiendo que no sea “solo una medida transitoria”.
La decisión, anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni y el ministro de Economía Luis Caputo, busca aliviar la carga fiscal sobre los productores agropecuarios. En respuesta, las entidades que integran la Mesa de Enlace —la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA) y la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro)— calificaron la medida como un paso en la dirección correcta.
“Es la dirección en la que tiene que transitar definitivamente la Argentina”, señalaron en su comunicado. Además, insistieron en la necesidad de que estas decisiones no sean meramente temporales, sino que formen parte de una política de Estado que priorice el desarrollo del sector agropecuario.
Retenciones: un aporte histórico que reclama cambios
La Mesa de Enlace destacó el esfuerzo histórico del campo en términos de recaudación. “Desde el año 2002, los productores agropecuarios hemos aportado más de 200.000 millones de dólares en retenciones. Creemos que ha llegado el momento de que esos recursos se transformen en inversión y trabajo genuino en las provincias que generan riqueza y empleo”, afirmaron.
El alivio fiscal propuesto por el Gobierno fue particularmente bien recibido por los productores de las economías regionales, quienes enfrentan serias dificultades financieras. La eliminación de retenciones para estos sectores, según la Mesa de Enlace, representa “una medida fundamental para cientos de productores que están asfixiados y necesitaban de este alivio”.
Sin embargo, las entidades remarcaron que la baja de retenciones debe ser solo el comienzo de un proceso más amplio. Subrayaron la importancia de abordar cuestiones estructurales que afectan al sector, como la mejora de infraestructura, la conectividad y la seguridad en las zonas rurales.
“Reafirmamos que para potenciar al campo como motor económico del país es fundamental avanzar también en temas estructurales que permitan consolidar el desarrollo sostenible del sector”, explicaron.
El comunicado concluye con un llamado a la clase política: “Hacemos un llamado a la clase política para que estas decisiones sean parte de una política de Estado que priorice el desarrollo productivo del interior del país y el bienestar de todos los argentinos”.
La medida, aunque aplaudida por el agro, también enfrenta desafíos. Algunos sectores cuestionan su alcance y duración, mientras que los analistas económicos debaten sobre el impacto fiscal que tendrá en el corto y mediano plazo.
Para los productores, la reducción de retenciones representa un alivio en un contexto marcado por la sequía, la devaluación y la creciente presión impositiva. Pero la clave, según los referentes del sector, será la continuidad y ampliación de estas políticas.
Con esta decisión, el Gobierno parece buscar un equilibrio entre aliviar al sector productivo y garantizar ingresos fiscales. Sin embargo, el éxito de esta iniciativa dependerá de su implementación efectiva y de que se traduzca en beneficios tangibles para los productores y las economías regionales.