Mendoza: la alianza para la formación en mecanización agrícola
En respuesta a la creciente mecanización de la industria agrícola, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Mendoza, en colaboración con Agromaq Virdó, concesionario de la marca New Holland, desarrolló un curso intensivo para capacitar a operarios en el manejo de maquinaria agrícola. Este programa, que apunta a mejorar la seguridad y eficiencia en la operación de equipos, está orientado principalmente hacia el sector vitivinícola y cuenta con el respaldo de la Dirección General de Escuelas de Mendoza, lo que permite otorgar una certificación oficial a sus egresados.
Innovación para un sector en transformación
La iniciativa nació a partir de la necesidad de reducir los incidentes mecánicos que ocurren debido a la falta de formación en el manejo de maquinaria. “Notamos un incremento en la mecanización y, al mismo tiempo, una reducción en la mano de obra rural. Esto ocurre en el mundo entero y, en particular, en las regiones agrícolas”, explicó Analía Díaz Bruno, directora de la Experimental Mendoza del INTA.
El curso de 300 horas de duración, que se divide equitativamente entre teoría y práctica, permite a los estudiantes adquirir conocimientos en mecánica y operación de maquinaria agrícola. Además, al finalizar, los egresados obtienen un permiso de conducción de tractores específico para la actividad agrícola, algo que difiere de las licencias convencionales y responde a una demanda del sector por contar con personal capacitado y certificado.
Reducción de incidentes y mejora en la calidad del trabajo
La mecanización en la industria vitivinícola mendocina fue particularmente rápida, destacándose en operaciones como la cosecha de uvas y hortalizas. Sin embargo, esta transformación trajo consigo un desafío: los incidentes que suelen ocurrir por errores en el manejo de los equipos. La capacitación no solo busca disminuir estos incidentes, sino también acompañar el avance tecnológico en el agro, ayudando a reducir el impacto de la falta de mano de obra capacitada.
Según Díaz Bruno, la capacitación también resulta beneficiosa para los productores y bodegueros de la región, quienes ven en los egresados un perfil profesional mejorado, capacitado en el manejo seguro y eficiente de maquinaria avanzada. “Esto responde a la gran demanda del sector vitivinícola de contar con operarios calificados”, señaló la directora.
Una respuesta a la migración y a la competencia laboral
Uno de los factores que impulsa la creación de este tipo de cursos es la reducción de la mano de obra rural, un fenómeno que se observa en diversas regiones agrícolas del mundo. Díaz Bruno menciona que muchos jóvenes optan por empleos en sectores como el comercio y los servicios, que ofrecen condiciones laborales y económicas más atractivas que las del campo. Además, la migración hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades y servicios es otra razón que contribuye al descenso de trabajadores en las áreas rurales.
Para contrarrestar este fenómeno, el INTA apostó por acercar la tecnología al sector agropecuario, presentando el trabajo en el campo como una oportunidad de desarrollo profesional. “Aquí los jóvenes ven posibilidades de manejar tecnología avanzada, lo cual resulta atractivo y diferente a las tareas rurales tradicionales”, comentó Díaz Bruno.
Resultados que marcan la diferencia
Uno de los mayores logros del curso fue la inserción laboral de sus egresados. Hasta ahora, cada uno de ellos consiguió empleo en el sector, lo que indica la alta demanda de operarios calificados. Los egresados no solo son requeridos por grandes bodegas, sino también por pequeñas y medianas empresas que buscan mejorar sus operaciones.
Díaz Bruno asegura que esta formación generó un cambio significativo en la vida profesional de los egresados. “Mejoraron su calificación, lo que a su vez les permitió acceder a mejores salarios y cambiar el tipo de tareas que realizaban”, explicó. Además, el interés de las empresas por contratar a personal formado en esta área es constante, lo cual subraya la importancia de continuar con esta iniciativa.
Futuro del curso y su impacto en el sector
El curso de capacitación en mecanización agrícola del INTA Mendoza se perfila como una herramienta fundamental para el futuro de la industria vitivinícola y agrícola en la región. Al proporcionar una base sólida de conocimientos y habilidades prácticas, los estudiantes se preparan para enfrentar los retos de un sector en constante evolución. Además, esta capacitación contribuye a reducir la tasa de incidentes en el uso de maquinaria, mejorar la eficiencia operativa y ofrecer una salida profesional viable para los jóvenes de la región.
La alianza entre INTA y Agromaq Virdó es un ejemplo de cómo el sector público y el privado pueden colaborar para responder a las necesidades de la industria y de los trabajadores. Esta capacitación ofrece una solución tangible a la escasez de mano de obra calificada y al mismo tiempo brinda a los jóvenes la oportunidad de desarrollarse profesionalmente en un campo de alta demanda y en expansión tecnológica.