Maquinaria Agrícola en Argentina: expectativas de crecimiento para 2025


El sector de maquinaria agrícola en Argentina atraviesa un escenario desafiante, con ventas estancadas en los últimos años debido a múltiples factores económicos y estructurales. Sin embargo, la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos (AFAT) estima que, con un financiamiento adecuado, el mercado podría experimentar un crecimiento del 10% en 2025.

En los últimos dos años, la industria de maquinaria agrícola no ha logrado repuntar, con cifras de patentamientos por debajo de los mínimos requeridos para garantizar una renovación tecnológica sostenible. En 2024, se registraron 616 cosechadoras, 5.244 tractores y 655 pulverizadoras, mientras que en 2023 los números fueron aún menores en algunos rubros, con 595 cosechadoras, 5.888 tractores y 552 pulverizadoras.

Según AFAT, para que el mercado sea viable y se garantice la modernización del parque de maquinaria agrícola, se necesitaría la incorporación anual de entre 7.000 y 8.000 tractores, 1.000 a 1.200 cosechadoras y entre 800 y 900 pulverizadoras. Actualmente, entre un 70% y un 80% de los tractores en uso tienen más de 15 años, mientras que un porcentaje similar de cosechadoras supera la década de antigüedad. Esto representa un problema estructural para el sector agroindustrial, que es responsable de entre el 60% y el 70% de las divisas que ingresan al país.

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Factores que afectan la competitividad

AFAT señala que diversos factores han impedido la recuperación del sector y dificultan la actualización del parque de maquinaria agrícola en Argentina. Entre los principales problemas destacan:

  • Inestabilidad económica y presión impositiva: La producción local enfrenta una carga impositiva del 32% en promedio (sin IVA), mientras que un 47% del valor de los materiales e insumos importados corresponde a obligaciones tributarias.
  • Altos costos operativos: La combinación de impuestos distorsivos como Ingresos Brutos y tasas municipales, junto con costos laborales elevados, dificulta la competitividad de la industria nacional frente a otros mercados.
  • Dificultades logísticas: El transporte y la exportación/importación de maquinaria se ven afectados por infraestructura deficiente, costos elevados y falta de conectividad adecuada en ciertas regiones.
  • Acceso limitado a financiamiento: La falta de créditos accesibles y tasas de interés favorables ha sido una barrera significativa para la inversión en tecnología y maquinaria.
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Perspectivas para 2025

Pese a las dificultades, el sector ha recibido algunos incentivos positivos por parte del Gobierno nacional durante 2024. Entre las medidas que han generado un impacto favorable se encuentran:

  • Agilización de importaciones y solución a los problemas de pago a proveedores externos.
  • Reducción de la inflación, lo que mejora la previsibilidad del mercado.
  • Eliminación del Impuesto PAIS y reducción de retenciones a la exportación, lo que alivia la carga fiscal sobre el sector.

Para 2025, AFAT proyecta que el mercado se mantendrá estable respecto a 2024 o incluso podría experimentar un crecimiento del 10% en la venta de cosechadoras y pulverizadoras. En cuanto a tractores, se espera que las cifras sean similares a las de 2023. No obstante, el financiamiento jugará un rol clave en este proceso: si se establecen líneas de crédito accesibles y condiciones favorables para la inversión, la industria de maquinaria agrícola podría tener un año más dinámico y con mejores perspectivas.

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El sector de maquinaria agrícola en Argentina enfrenta un panorama mixto. Por un lado, la necesidad de modernización del parque de maquinaria es evidente y urgente, especialmente considerando el rol fundamental del agro en la economía nacional. Por otro lado, las condiciones macroeconómicas, la carga impositiva y los costos operativos siguen siendo desafíos a superar. La clave para el crecimiento en 2025 radicará en la disponibilidad de financiamiento y en la implementación de políticas que fomenten la inversión y la competitividad del sector.