Aprobaron nuevo maíz transgénico con resistencia a plagas y herbicidas


Argentina aprobó una nueva variedad de maíz genéticamente modificado y dio un paso más en la adopción de tecnologías transgénicas en su producción agrícola. El subsecretario de Producción Agropecuaria y Forestal, Manuel Chiappe, firmó la autorización para la siembra y comercialización de una variedad de maíz que ofrece resistencia a ciertas plagas y tolerancia al herbicida glufosinato de amonio. Este nuevo evento biotecnológico, desarrollado por la empresa Corteva bajo la denominación DP-91Ø521-2, fue oficialmente autorizado por la Secretaría de Agricultura mediante la Disposición 25/2024, publicada este martes en el Boletín Oficial.

Características del nuevo maíz transgénico

El maíz DP-91Ø521-2 se destaca por su capacidad de resistir el ataque de insectos lepidópteros, una de las principales amenazas para los cultivos de maíz, y por su tolerancia al herbicida glufosinato de amonio, lo que facilita su manejo y control de malezas en el campo. Esta tecnología ofrece a los productores una herramienta más eficiente para proteger los cultivos, lo que podría traducirse en mayores rendimientos y una menor dependencia de pesticidas convencionales.

El proceso de aprobación en Argentina incluyó un exhaustivo análisis realizado por la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (Conabia), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), y la Subsecretaría de Mercados Agroalimentarios. Este maíz había sido aprobado por la Conabia a finales de 2023 y por el Senasa en mayo de 2024, antes de recibir el aval final por parte de la Subsecretaría de Producción Agropecuaria.

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Opinión pública de este maíz y otros eventos en evaluación

El trámite para la aprobación de esta nueva variedad transgénica se había presentado ante la sociedad en abril de 2024 para recibir opiniones públicas, como es costumbre en Argentina antes de habilitar nuevos eventos biotecnológicos. En esa ocasión, también se había expuesto otra variedad de maíz transgénico, identificada como DAS-Ø1131-3, que proporciona resistencia a insectos y tolerancia al herbicida glifosato. Sin embargo, este último evento aún no recibido la aprobación final para su comercialización.

El maíz DP-91Ø521-2 ya contaba con la autorización de numerosos países productores, lo que refuerza la seguridad y viabilidad de su uso en diversas condiciones productivas a nivel global. Su aprobación en Argentina se alinea con el continuo avance del país en la adopción de biotecnología agrícola, lo que fue clave para consolidarse como uno de los principales exportadores de granos a nivel mundial.

Beneficios y desafíos de los transgénicos

La biotecnología en la agricultura fue ampliamente adoptada en Argentina, con cultivos como la soja, el maíz y el algodón que son mayoritariamente transgénicos. Los productores valoran estas tecnologías por su capacidad para aumentar la productividad, reducir el uso de agroquímicos y mejorar la sostenibilidad de los sistemas de producción. Sin embargo, el uso de cultivos transgénicos también genera debates, tanto por sus implicaciones ambientales como por el impacto en la biodiversidad y la dependencia de los productores en las grandes corporaciones de semillas.

El glufosinato de amonio, uno de los herbicidas a los que esta variedad de maíz es tolerante, fue objeto de escrutinio en varios países debido a su toxicidad, lo que llevó a que su uso esté restringido en algunas regiones. A pesar de esto, en Argentina su uso sigue siendo legal y ampliamente extendido, lo que facilita la adopción de tecnologías como la ofrecida por Corteva.

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Perspectivas futuras

Con la aprobación del maíz DP-91Ø521-2, los productores argentinos tienen acceso a una nueva herramienta tecnológica que promete mejorar la eficiencia de sus cultivos. Sin embargo, queda por ver si la otra variedad transgénica propuesta, con resistencia al herbicida glifosato, recibirá la luz verde en el futuro cercano.

Argentina sigue siendo un líder en la implementación de biotecnología en la agricultura, con un sistema regulatorio robusto que garantiza la seguridad y el control de estos desarrollos. La adopción de esta nueva variedad de maíz podría ser un indicador de un futuro aún más intensivo en tecnología en la agricultura del país, con el potencial de mejorar su competitividad en los mercados internacionales.