Maíz tardío: la amenaza de la chicharrita disminuye
Después de una campaña pasada marcada por el impacto devastador de la chicharrita (Dalbulus maidis), los productores de maíz enfrentan un panorama más alentador en 2024. Según el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la presencia de esta plaga en la región pampeana es actualmente baja o incluso nula, lo que reduce significativamente la amenaza para los cultivos tardíos.
Un cambio de tendencia en la siembra
El daño ocasionado por la chicharrita en la temporada anterior llevó a muchos productores a modificar sus estrategias de siembra. La preferencia por fechas tempranas se convirtió en una medida preventiva para evitar la exposición a este insecto. Esta decisión, según Facundo Ferraguti, coordinador de la Red Nacional de Maíz del INTA, influyó en el comportamiento de la plaga:
“La inclinación hacia siembras tempranas derivó en un cambio de tendencia en comparación con las campañas anteriores, lo que este año se traduce en menores niveles de infestación”, explicó.
Por otro lado, Eduardo Trumper, coordinador del Programa Nacional de Protección Vegetal del INTA, subrayó que la percepción del riesgo sigue siendo subjetiva y depende de las condiciones climáticas y de manejo. Aunque el panorama es favorable, las decisiones agrícolas aún se enfrentan a la incertidumbre.
Disminución drástica de las poblaciones de chicharrita
Un factor clave detrás de este cambio es la marcada reducción en las poblaciones invernantes de Dalbulus maidis. Evangelina Perotti, investigadora del INTA Oliveros, en Santa Fe, destacó que durante los últimos meses se llevaron a cabo monitoreos exhaustivos utilizando métodos como redes de arrastre y trampas de emergencia.
Los resultados son optimistas:
“Detectamos que las poblaciones disminuyeron hasta alcanzar valores cercanos a cero. De hecho, en las últimas 20 semanas no se registraron chicharritas en la región”, detalló Perotti.
Esto sugiere que el riesgo para el maíz tardío será considerablemente menor en comparación con la temporada anterior.
Recomendaciones para el manejo de la plaga
El INTA recordó que, aunque la chicharrita tiene un umbral de daño bajo, el uso de insecticidas no siempre es la mejor solución. Su baja persistencia y el impacto negativo sobre los enemigos naturales de la plaga pueden generar problemas secundarios, como el resurgimiento de otras plagas.
Por ello, la institución desaconseja las aplicaciones preventivas en forma foliar y enfatiza en un manejo agronómico más integral para minimizar riesgos.
El maíz: pieza clave en la sostenibilidad agrícola
El cultivo de maíz, tanto temprano como tardío, sigue siendo un componente esencial en la transición hacia agroecosistemas más sostenibles. Según el INTA, la diversificación de cultivos puede ayudar a contrarrestar problemas como la degradación del suelo y la resistencia a malezas, desafíos que se agravaron en las últimas cuatro décadas debido a la simplificación de las producciones.
Este año, las condiciones climáticas estarán marcadas por el fenómeno de La Niña, lo que podría beneficiar a las siembras tardías debido a menores riesgos de golpes de calor y estrés hídrico durante los períodos críticos del cultivo.
Además, Ferraguti destacó la importancia de ajustar la densidad de siembra en las fechas más tardías para aliviar la competencia entre plantas y maximizar el rendimiento.
“Sembrar a densidades ligeramente menores en fechas tardías es una decisión sencilla que puede tener un impacto significativo en los rendimientos”, concluyó.
Perspectivas para la campaña 2024
Con una amenaza reducida de la chicharrita y estrategias de manejo mejoradas, los productores de maíz tienen motivos para el optimismo. El enfoque en prácticas sostenibles y el ajuste de decisiones agronómicas, como la densidad de siembra, permitirán aprovechar al máximo las condiciones favorables previstas para la próxima campaña.
Aunque la incertidumbre siempre es parte del agro, el contexto actual sugiere que el maíz tardío puede recuperar su protagonismo en la región pampeana, consolidándose como un aliado clave para la producción agrícola sostenible.