Luis Caputo en CPAC: Argentina podría aspirar al grado de inversión en tiempo récord
Luis Caputo disertó en CPAC y analizó el panorama de inversiones que podrían llegar al país. Argentina, tradicionalmente caracterizada por la inestabilidad económica y los reiterados incumplimientos de deuda, empieza a generar expectativas en los mercados internacionales. La posibilidad de que el país alcance el codiciado estatus de “grado de inversión” (investment grade), reservado para las economías más confiables del mundo, está siendo seriamente evaluada por analistas e inversores. Aunque aún se encuentra lejos de ese objetivo, la mejora en la cotización de los bonos y un escenario político más estable alimentan el optimismo.
¿Qué significa el grado de inversión que analizó Luis Caputo?
El grado de inversión es una calificación otorgada por agencias globales como Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch, que indica un bajo riesgo de incumplimiento en el pago de deuda. Este estatus permite que un país o empresa acceda a los mercados financieros internacionales con menores tasas de interés y atraiga inversiones de grandes fondos que operan bajo estrictos criterios de seguridad.
Actualmente, Argentina se encuentra en el extremo opuesto del espectro con una calificación de CCC+ según Standard & Poor’s, lo que refleja un alto riesgo de default. Para alcanzar el grado de inversión, debería escalar hasta al menos BBB-, un proceso que históricamente puede llevar décadas, aunque algunas economías, como Corea del Sur, lo lograron en apenas cinco años.
El informe de Delphos Investment señala que, bajo un escenario optimista, Argentina podría avanzar rápidamente en las calificaciones crediticias si se consolidan ciertas condiciones clave:
- Crecimiento económico sostenido: Se proyecta un crecimiento del 5% para 2025, según el ministro de Economía, Luis Caputo. Aunque el mercado prevé una inflación cercana al 30%, el optimismo radica en una estabilización gradual de la macroeconomía.
- Mejoras institucionales: Una mayor estabilidad política y avances en la eficacia de las políticas públicas podrían fortalecer la percepción de los mercados sobre Argentina.
- Sostenibilidad fiscal: El superávit fiscal logrado por la administración de Javier Milei es un paso positivo, pero la acumulación de reservas sigue siendo un desafío crítico. Actualmente, las reservas netas son negativas en más de USD 4.000 millones, lo que genera dudas sobre la capacidad de pago del país.
- Flexibilidad monetaria: La reducción de la inflación y una política monetaria más predecible también serán esenciales para reforzar la confianza internacional.
Perspectivas del mercado
Los bonos argentinos han mostrado un repunte notable en los últimos meses, reflejando una mejora en las expectativas de los inversores. Aunque diciembre comenzó con una leve corrección a la baja, los analistas consideran que el próximo vencimiento de deuda en enero, por unos USD 4.500 millones, podría consolidar la tendencia positiva si el Gobierno cumple con los pagos.
Adcap Grupo Financiero destaca que el escenario político más estable, sumado a la desaparición de un posible conflicto entre el Ejecutivo y el Congreso, ha reducido significativamente el riesgo percibido de la economía argentina.
Riesgo país y el impacto del optimismo
El riesgo país, actualmente en 750 puntos básicos, es uno de los indicadores más observados por los mercados. Si Argentina logra mantener la estabilidad económica y cumplir con los vencimientos de deuda, podría reducirse a 500 puntos básicos para mediados de 2025, según proyecciones del mercado. En un escenario ideal, podría incluso llegar a niveles inferiores a los 300 puntos, comparables con países de calificación BBB-.
Aunque alcanzar el grado de inversión aún parece una meta lejana, las señales de optimismo en los mercados sugieren que Argentina podría iniciar un camino de recuperación más rápido de lo esperado. Sin embargo, el éxito dependerá de superar desafíos estructurales, como la acumulación de reservas y la consolidación fiscal.
El potencial de Argentina para romper récords en el tiempo necesario para alcanzar este estatus, como lo hizo Corea del Sur, está en manos de decisiones políticas y económicas que aseguren confianza y estabilidad a largo plazo. Mientras tanto, los mercados seguirán observando de cerca cada paso del país en este camino.