Tambos 2025: la producción argentina, entre las más caras del mundo

El sector de tambos argentino atraviesa una situación crítica debido al fuerte incremento de sus costos productivos en los últimos años. Históricamente, Argentina se ha caracterizado por ser un país de bajos costos de producción láctea a nivel mundial. Sin embargo, entre 2019 y 2024, los costos en dólares por litro de leche han escalado considerablemente, ubicando al país entre los más caros del mundo.
Según un informe de la OCLA (Observatorio de la Cadena Láctea Argentina), basado en datos de Rabobank y el INTA, el principal factor detrás de esta situación en tambos es el atraso cambiario. El documento advierte que la relación entre el tipo de cambio y el proceso inflacionario ha generado un desfase que impacta de lleno en los costos de producción. “Cuando se corrige por el Índice de Tipo de Cambio Real Bilateral y/o Multilateral que diariamente publica el Banco Central de la República Argentina (BCRA), queda en evidencia esta situación”, señala el informe.

Un problema global, pero con matices
El aumento de costos en tambos no es exclusivo de Argentina. En países como Nueva Zelanda y Australia, los productores han experimentado reducciones de entre el 8% y el 9% en sus costos de producción debido a la fortaleza del dólar estadounidense respecto a sus monedas locales. En cambio, en regiones europeas y en China, los costos han disminuido apenas un 3% en el mismo período.

No obstante, el informe de OCLA sobre los tambos destaca que la fortaleza del dólar ha generado encarecimiento de insumos importados en varios mercados, impactando especialmente en el precio de fertilizantes y combustibles en Oceanía. En Nueva Zelanda, por ejemplo, estos rubros representan el 15% de los costos de producción.
En comparación, los costos de producción en moneda local han aumentado entre un 10% y un 17% en países como Estados Unidos, China y Países Bajos. Mientras que Australia y Nueva Zelanda han registrado incrementos del 25%, Argentina ha sido la más afectada, con una suba superior al 40%. A esto se suman factores climáticos adversos y la debilidad del mercado interno, lo que ha reducido la rentabilidad de los tambos.

Pese al desafiante panorama actual en tambos, hay indicios de mejora para 2025. La inflación, que ha sido un factor determinante en la suba de costos, muestra signos de desaceleración, lo que podría favorecer una mayor inversión en el sector. Sin embargo, el contexto global sigue siendo incierto. La inestabilidad geopolítica podría provocar escenarios inflacionarios más altos, afectar el crecimiento económico y generar variaciones en el comercio internacional.
Para los expertos, la clave estará en una gestión eficiente de la estructura de costos, especialmente en la producción de leche. “China y California son las únicas regiones donde los costos de alimentación en 2024 fueron inferiores al promedio de los últimos cinco años”, destaca el informe.
Desglose de costos en tambos
Entre los principales componentes de los costos de producción, la alimentación representa entre el 48% y el 50% del total en regiones como California, el Medio Oeste de EE.UU., China, Australia y Argentina. A pesar de que los precios locales del maíz y la soja en Argentina son menores que en otros países debido a los impuestos a la exportación, la carga sigue siendo significativa en los tambos.

El segundo rubro en importancia es la mano de obra, con un fuerte impacto en mercados como Australia, donde los costos salariales se han duplicado en la última década y han subido más del 50% desde 2020/21. En Argentina, el costo laboral también es un factor determinante, aunque la informalidad en el sector puede alterar las cifras reales.
Finalmente, las tasas de interés también han jugado un rol clave en el incremento de costos, especialmente en Nueva Zelanda, Australia y Argentina. En estos dos últimos países, las tasas de interés representan entre el 9% y el 10% de los costos totales. Sin embargo, con la reciente baja en las tasas de interés a nivel global, se espera una reducción de la presión financiera en la temporada 2024/25.

El sector lechero argentino enfrenta una situación desafiante, con costos de producción que han crecido de manera acelerada en los últimos años. La combinación de atraso cambiario, inflación, altos costos de insumos y presión impositiva han puesto a la actividad en una situación crítica. Sin embargo, la posibilidad de una moderación inflacionaria y la reducción de tasas de interés abren una ventana de oportunidad para mejorar la competitividad del sector en el mediano plazo.