Los tambos afrontan un alivio para su producción
A pesar de que aún persiste un precio rezagado para la leche, dificultando la recuperación, las lluvias de febrero han cambiado el panorama de los tambos, mejorando el ánimo de los productores. Esto les permitirá acumular reservas más sustanciales en comparación con el año pasado. La relación entre los bajos precios del maíz y la materia prima también ha mejorado. Dos pequeños alivios para un sector que ha enfrentado numerosos desafíos.
Aunque se realizaron ajustes en el precio de la leche pagado a los productores en enero, no son suficientes para salir de la crisis que afecta al sector desde hace más de un año. Según Caprolecoba, el precio necesario supera los $330 por litro, mientras que el promedio actual ronda los $250.
A pesar de la brecha significativa entre lo que paga la industria y las expectativas de los productores, condiciones climáticas y de mercado están ofreciendo cierto alivio. En muchas de las principales zonas lecheras, exceptuando regiones afectadas por olas de calor recientes que agotaron las reservas, las lluvias han mejorado la situación del maíz. Esto reduce la preocupación por la disponibilidad de uno de los principales insumos para la alimentación animal.
La combinación de esta ayuda climática y los bajos precios del maíz está corrigiendo ligeramente el panorama para el sector, que enfrentó momentos difíciles a finales de 2023. La relación de precios entre la leche y el maíz ha mejorado, llegando a 1,7 kgs/litro, según la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires.
No obstante, factores macroeconómicos están atenuando estos incentivos, creando un contexto tenso. El mercado externo ofrece mejores oportunidades que el interno, afectado por una situación social complicada. Solo las industrias orientadas a la exportación están en una posición más favorable que aquellas centradas en el mercado local, que acumulan excedentes de inventario, según señala Caprolecoba. También resaltan que una disminución gradual y sostenida de la inflación, sin devaluaciones abruptas, sería beneficioso en el futuro.