Lluvias y alivio térmico en la región centro 2025: ¿cómo sigue el clima?

El final de febrero llega con lluvias y una combinación de persistencia del calor extremo y un esperado alivio térmico en la región central del país. A pesar de que la ola de calor continuará afectando a varias provincias, los pronósticos indican que, a mediados de semana, las condiciones comenzarán a cambiar con el avance de un frente frío y la llegada de precipitaciones a distintos puntos de la zona pampeana, según el Servicio Meteorológico Nacional.
El avance de las tormentas y el impacto en cada región
Durante la jornada de hoy, se espera que las lluvias más intensas se desplacen hacia el norte de la provincia de Buenos Aires, aunque no se descartan precipitaciones de menor intensidad en el centro y sudeste bonaerense, así como en el norte de La Pampa, San Luis y el sur de Córdoba. Estos eventos climáticos marcarán el inicio de una transición hacia temperaturas más moderadas en la región.
El frente frío, aunque avanza con dificultades, comienza a generar inestabilidad y precipitaciones en distintas zonas. Sin embargo, los meteorólogos advierten que la cantidad de agua acumulada en estas áreas no será tan significativa como la registrada en algunas regiones de Buenos Aires, donde las lluvias han sido más intensas en las últimas jornadas.

Alivio térmico: cuándo llegará y qué intensidad tendrá
El descenso de temperaturas más significativo en la franja central del país se espera a partir del miércoles. Hasta entonces, las condiciones veraniegas seguirán predominando, con altas temperaturas y una fuerte presencia de humedad, especialmente en las provincias del centro y norte argentino.
El pasado fin de semana, las condiciones meteorológicas fueron particularmente rigurosas en buena parte del país. Las temperaturas elevadas se vieron acompañadas por una importante carga de humedad transportada desde el noreste, lo que contribuyó a intensificar la sensación térmica y a generar ambientes sofocantes en distintas regiones.
El sábado, una perturbación de menor escala provocó lluvias muy significativas en la zona centro-este de Entre Ríos, con acumulaciones que superaron los 100 milímetros en algunos sectores. Este mismo fenómeno se extendió también hacia el noreste de Buenos Aires, aunque con registros de precipitaciones menos voluminosos.

Desde la noche del sábado, el avance de un frente desde el noreste de la Patagonia comenzó a interactuar con la masa de aire cálido presente en la región central del país. Este choque de masas favoreció el desarrollo de tormentas y precipitaciones, con especial actividad entre la provincia de San Luis y el sudeste de Buenos Aires.
En las últimas horas, las imágenes satelitales han reflejado la presencia de una línea de tormentas de variada intensidad que cubre prácticamente toda la provincia de Buenos Aires. En particular, las lluvias más importantes se han registrado en el centro-oeste bonaerense, el norte de La Pampa y algunas zonas de San Luis. En contraste, sectores como el sur de La Pampa y el sudoeste bonaerense han recibido menores acumulaciones de agua.
Pronóstico para los próximos días
Para el resto de la semana, se espera que el patrón meteorológico continúe con cielos despejados y temperaturas muy elevadas en las provincias ubicadas al norte de la perturbación. Esto garantizará la continuidad de la ola de calor al menos hasta mañana, aunque con una tendencia a disminuir hacia el miércoles.

A pesar de la inestabilidad climática y la llegada de algunas lluvias, el cierre de febrero mantendrá en gran medida las condiciones veraniegas. Sin embargo, los meteorólogos advierten que el alivio térmico definitivo podría consolidarse a medida que avancen los primeros días de marzo, con una reducción progresiva de las temperaturas y un aumento en la frecuencia de precipitaciones en distintas zonas del país.
En este contexto, las autoridades recomiendan a la población estar atenta a los reportes meteorológicos y tomar las precauciones necesarias ante la posibilidad de tormentas y cambios bruscos en las condiciones del tiempo. La combinación de calor extremo y lluvias intermitentes podría generar desafíos tanto para la vida cotidiana como para la actividad agropecuaria, en una etapa clave de la temporada estival.