Trigo y maíz: ¿regresa el frío y las heladas?


Las lluvias que llegaron a principios de agosto proporcionaron un alivio temporal a los cultivos de trigo en la zona núcleo de Argentina, pero no fueron suficientes para resolver los problemas causados por la sequía y las bajas temperaturas. Gran parte de la superficie triguera en esta región no recibió una cantidad significativa de agua, y las fuertes heladas recientes volvieron a poner en riesgo los cultivos.

Impacto de las heladas en la Zona Núcleo

La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) reportó que la región núcleo experimentó uno de los eventos de frío más intensos del invierno, con temperaturas extremadamente bajas que afectaron especialmente al oeste de la región. Algunas de las temperaturas más bajas registradas incluyeron:

  • Hernando, Córdoba: -8,7°C
  • Colonia Almada, Córdoba: -7,4°C
  • Bengolea, Córdoba: -6,7°C
  • Rosario, Santa Fe: -2,1°C

Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la BCR, señaló que este fenómeno ocurrió recientemente y que ya se habían registrado temperaturas extremadamente bajas en días anteriores, con Hernando alcanzando los -8,8°C. Este es el tercer evento frío más significativo del invierno, después de los ocurridos el 10 y el 15 de julio.

Vulnerabilidad del trigo

Las temperaturas más frías afectaron particularmente al oeste de la región núcleo, donde no hubieron lluvias recientes. Esta área es la más vulnerable debido a la falta de humedad y al estado más avanzado del trigo, que requiere más agua en esta etapa de su desarrollo. La falta de agua en los próximos días sigue siendo un problema crítico, ya que no se espera lluvia significativa en la región hasta, al menos, el jueves, cuando se pronostica un aumento de las temperaturas y una posible llegada de humedad.

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El maíz también en riesgo

No solo el trigo está en peligro; la siembra de maíz también depende de la llegada de lluvias significativas antes de que termine agosto. Estas lluvias son cruciales para mejorar las intenciones de siembra y para renovar la confianza de los productores. Como comentó Russo, la esperanza está puesta en una buena lluvia en la última semana de agosto para revitalizar las expectativas de los agricultores.

La situación en la zona núcleo es delicada, con los cultivos de trigo y maíz en un estado vulnerable debido a las heladas y la falta de lluvias. Aunque las temperaturas podrían subir y traer algo de humedad en los próximos días, la incertidumbre sigue siendo alta. Los productores están esperando ansiosamente una lluvia significativa que podría marcar la diferencia para la campaña de trigo y maíz en esta temporada.