Ley ómnibus: qué enseñanzas dejó el debate por las retenciones
Evitar un incremento en la carga impositiva para los sectores productivos fue el eje central que unificó a casi todos los bloques durante las discusiones sobre las retenciones durante el debate de la fallida Ley Ómnibus.
En este contexto, la interacción entre el sector agropecuario y la esfera política, la búsqueda de consensos y la evaluación de impactos se revelaron como elementos clave para prevenir un nuevo aumento en los derechos de exportación. No obstante, el interrogante persiste: ¿Es el momento de abordar seriamente la eliminación total de dichos impuestos?
En este escenario, sorprendentemente, no se observaron divisiones partidarias, ya que peronistas, kirchneristas, radicales, federales y provinciales coincidieron en que las retenciones eran un tributo perjudicial y que, contrariamente a las proyecciones gubernamentales, podrían desencadenar consecuencias negativas para la actividad productiva interna.
Pareciera que el mensaje fue captado, y la oposición, respaldada por sus gobernadores, logró detener un eventual aumento en las tasas impositivas. Sin embargo, el logro alcanzado implicó un esfuerzo coordinado por parte del sector agropecuario, del cual se desprenden valiosas lecciones.
Evaluar impactos
Bajo el estandarte del federalismo, diversas entidades relacionadas con la AgroBioIndustria se unieron para destacar la necesidad urgente de visibilizar los perjuicios generados por los derechos de exportación y el riesgo que representaban para la economía de las regiones productivas. Más de 40 instituciones expusieron sus argumentos en el plenario de comisiones durante la discusión de la Ley Bases y Principios, utilizando ejemplos locales y experiencias personales para apelar a los legisladores con notable efectividad.
La importancia del diálogo
Tras la fase de posicionamiento público, se abrió una nueva etapa de colaboración directa con los legisladores para desarrollar contrapropuestas y alertar sobre las consecuencias negativas de un aumento en las tasas impositivas. En una carrera contra el tiempo, el sector agropecuario presentó datos que proyectaban el impacto adverso de la subida y la amenaza real para varias economías regionales, buscando que los legisladores actuaran como voceros de estos reclamos en representación del pueblo.
El rol de los acuerdos
A pesar de las diferencias entre las cadenas agroindustriales, el sector logró debatir de manera orgánica, integrarse y encontrar puntos en común. Productores de distintos rubros, como maní, vid, alfalfa, azúcar, industria forestal y biocombustibles, identificaron una causa común: eliminar obstáculos para un sector que constituye el 25% del PBI, genera 4,5 millones de empleos y aporta el 70% de las divisas al país.
Y ahora: ¿cuál es el próximo paso?
Con cada cambio de gobierno y en cada proyecto de Presupuesto, se vislumbra la posibilidad de aumentar los Derechos de Exportación o delegar facultades para que el Poder Ejecutivo continúe influyendo en su destino.
No es viable postergar esta cuestión. Ha llegado el momento de un debate profundo: Argentina requiere la eliminación de impuestos y el incremento de las exportaciones, y esta determinación debe recaer en el Congreso de la Nación, en cumplimiento de mandatos constitucionales y representatividad del pueblo y las provincias.
Aunque el objetivo de alcanzar un déficit fiscal cero persiste, es imperativo repensar el sistema: los impuestos a la producción solo actúan como desincentivos para el desarrollo y el crecimiento económico, afectando en última instancia el bienestar de los argentinos.
Con información de Fundación Barbechando