Las recomendaciones del INTA para minimizar el impacto de las fuertes lluvias en la cosecha


En plena temporada de cosecha gruesa, las lluvias abrieron el cielo en varias regiones del país, sumando otro desafío a la lista de preocupaciones del sector agropecuario.

Además de la chicharrita en el maíz y la retención de hojas verdes y hongos en la soja, ahora el cuidado del suelo se suma como un factor crítico tras las intensas precipitaciones que dejaron más de 120 milímetros en solo un fin de semana en muchas áreas.

Por ello, la ingeniera agrónoma Silvina Bacigaluppo, especialista del INTA Oliveros, ofreció una serie de recomendaciones en diálogo con Infocampo para operar las cosechadoras en suelos húmedos cuando se reanuden las labores.

“Bacigaluppo resaltó que la compactación del suelo es un problema serio que puede causar perjuicios en el desarrollo de cultivos futuros”, señalando que la humedad presente en el suelo determina el nivel de compactación que puede experimentar el lote al ser transitado. “En estos momentos, cuando comenzamos con las cosechas de soja y maíz, las condiciones climáticas, lamentablemente, son propicias para la compactación”, advierte la experta.

Teniendo en cuenta estos aspectos, Bacigaluppo sugiere esperar a que el suelo se airee antes de iniciar la cosecha. Sin embargo, consciente de las urgencias en el campo, también recomienda un manejo específico para evitar agravar los problemas actuales de los cultivos.

Para mitigar este impacto, los especialistas del INTA ofrecen algunas recomendaciones a los productores, entre las que destacan el equipamiento de las maquinarias con rodados de mayor tamaño, utilizando cubiertas radiales.

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“Esto permite incrementar el área de contacto rueda-suelo, distribuyendo la carga en una superficie mayor”, explica la entrevistada.

Además, plantea una estrategia más sencilla para evitar una alta compactación. “Cuando se reanude la cosecha, debemos considerar la posibilidad de descargar en las cabeceras. Aunque esto reduzca la capacidad de trabajo del equipo, contribuye significativamente a disminuir el tránsito de tolvas dentro del lote”, afirma como una opción importante para esta campaña.

Bajo esta técnica, solo la cosechadora circulará por el interior del lote, mientras que el tractor, junto con la tolva autodescargable, esperará en las cabeceras para recibir la mercadería que luego transportará hasta el camión o la embolsadora. Además, enfatiza en la importancia de reducir o eliminar el ingreso de camiones dentro de los lotes para evitar agravar el problema, manteniendo el transporte en la parte firme del camino.

En cuanto al manejo anual del suelo, el equipo del INTA recomienda comenzar desde la siembra. Por lo tanto, además de la siembra directa, aconsejan la implementación de cultivos de servicio y la aplicación óptima de rotaciones.

“Los lotes degradados en monocultivo de soja son más sensibles a la compactación por tránsito, mientras que aquellos cuadros rotados con gramíneas de invierno y verano presentan una mayor porosidad y normalmente alcanzan rendimientos más elevados y estables”, señala Bacigaluppo.

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Además, enumera variables a evitar, como la labranza profunda durante el año y el tránsito en húmedo en cualquier etapa del cultivo, y sugiere la utilización de pilotos automáticos como una herramienta más avanzada.

El tránsito en húmedo, principalmente durante la cosecha de los cultivos, afecta notablemente las propiedades físicas del suelo, generando limitaciones al crecimiento de raíces y afectando la movilidad y disponibilidad de agua y nutrientes.

Con información de Infocampo