¿La yerba en crisis? Advierten que es el peor momento del sector desde 2015


El sector productor de yerba en Argentina enfrenta una de las crisis más profundas de la última década. Así lo advierte el politólogo y especialista en economía del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), Juan Manuel Gispert, quien asegura que los productores de yerba mate “nunca ganaron tan poco en relación con el precio final que se paga por el producto en las góndolas”.

El principal factor que desató esta crisis es la desregulación del mercado yerbatero, medida impuesta a través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) N° 70/23 por el presidente Javier Milei. Esta normativa eliminó mecanismos de control que antes garantizaban un equilibrio en la cadena de producción y comercialización, generando una fuerte transferencia de riqueza desde los productores hacia las grandes cadenas de distribución.

Concentración del mercado de yerba y pérdida de poder de los productores

Según Gispert, la desregulación ha beneficiado principalmente a cinco grandes compañías que controlan cerca del 80% de la comercialización de la yerba mate en el país. Esta concentración de poder ha derivado en una fuerte caída en el precio que se paga a los productores por kilo de hoja verde, al tiempo que los valores en las góndolas siguen aumentando.

“Esto genera un incentivo muy fuerte para priorizar la exportación, elevando el precio de la yerba mate en el mercado internacional, mientras que a los productores locales se les paga cada vez menos”, explicó el especialista. Esta política, según Gispert, ha generado una retracción del consumo interno, con una baja significativa en las ventas, lo que presiona aún más a la industria a reducir sus costos a expensas de los pequeños productores.

Yerba mate, yerba

El peor momento para los productores en la última década

Gispert subraya que la actual coyuntura coloca a los productores de yerba mate en su peor momento en los últimos diez años. “En la serie histórica reciente, nunca se había registrado una brecha tan grande entre el precio que recibe el productor y el precio de venta en supermercados. Es un modelo que favorece exclusivamente a los grandes comercializadores y castiga a quienes trabajan la tierra”, afirmó en declaraciones a Agencia Hoy.

Esta situación se ve agravada por la eliminación del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), organismo que, hasta su disolución, regulaba el precio de la materia prima y establecía políticas para proteger a los pequeños y medianos productores. Con su desaparición, las grandes empresas han logrado imponer precios más bajos, sin ninguna restricción.

Yerba mate

Impacto social y económico en las provincias yerbateras

La crisis yerbatera no solo afecta a los productores en términos económicos, sino que también tiene un fuerte impacto social. Gispert advierte que la desregulación promueve la concentración de tierras en manos de grandes capitales, lo que lleva a la expulsión de familias agricultoras de sus campos. “Este fenómeno provoca un éxodo de productores rurales que terminan engrosando los cinturones de pobreza en las grandes ciudades”, alertó el economista.

El especialista comparó la situación del sector yerbatero con la vitivinicultura en Mendoza, donde también predominan pequeños y medianos productores. “La producción yerbatera está muy atomizada, lo que es positivo porque permite que muchas familias puedan mantenerse en sus tierras y sostener sus actividades. Sin embargo, esta política de desregulación, que permite a las grandes industrias imponer precios irrisorios, está llevando a la quiebra a los pequeños productores”, explicó.

Yerba mate

Un futuro incierto para la yerba mate

El panorama para los yerbateros es desalentador. Con una marcada caída en la rentabilidad y sin un organismo que regule el mercado, los productores enfrentan un futuro incierto. Aunque algunos actores del sector buscan medidas para contrarrestar los efectos negativos de la desregulación, la falta de políticas de protección y la concentración del mercado hacen que la recuperación sea un desafío difícil de alcanzar en el corto plazo.

Mientras tanto, el consumidor final también se ve afectado, ya que, a pesar de la reducción en los costos de producción, el precio de la yerba mate sigue en aumento. Esto plantea un interrogante sobre el verdadero destino de las ganancias generadas por el sector y el impacto que la crisis yerbatera tendrá en la economía argentina a largo plazo.