La venta de soja superó las 800.000 toneladas
La comercialización de soja adquirió un mayor dinamismo en el mercado local de granos, tras la puesta en marcha de una nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE V), con operaciones concretadas, de manera preliminar, superiores a las 830.000 toneladas. Dicho cálculo resulta de las 696.576 toneladas comercializadas registradas por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) hasta el último jueves, y de las 140.376 toneladas en la plataforma SIO-Granos de manera preliminar el viernes.
De esta manera, el nivel de ventas por parte de los productores creció desde la puesta en marcha del también denominado “Dólar Soja 4”, que se mantenía en un promedio de entre 25.000 y 50.000 toneladas en las semanas previas. “La industria comenzó con un mercado en $ 150.000 la tonelada, pero esto no generaba respuesta (por parte de los vendedores). Luego un operador levantó a $160.000 y los negocios comenzaron a activarse”, aseguró Dante Romano.
Esta nueva dinámica en las ventas, si bien no replica los volúmenes exhibidos en las ediciones previas, se da a partir de una mejora en el precio ofrecido por los exportadores por un incremento en el tipo de cambio. El nuevo “dólar soja” establece una suerte de esquema cambiario combinado, en el cual los exportadores deben liquidar el 75% de las divisas en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) a $350 por dólar, mientras que el restante 25% es de libre disponibilidad.
De volcar los exportadores esos dólares al Contado con Liquidación (CCL), el promedio entre ambas cotizaciones arroja un tipo de cambio más alto, estimado entre los analistas del mercado en un rango que va de $420 a $450 por dólar, lo cual mejora así la capacidad de compra de las industrias en el mercado local. Según el SIO-Granos, la mayoría de las operaciones del viernes se realizaron a $160.000 la tonelada, mientras que el valor de cierre de la oleaginosa en la BCR fue de $150.000 la tonelada.
En declaraciones a Télam, el profesor del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral, Dante Romano, comentó que “la industria comenzó con un mercado en $ 150.000 la tonelada, pero esto no generaba respuesta (por parte de los vendedores). Luego un operador levantó a $160.000 y los negocios comenzaron a activarse”, explicó.
“En términos generales, una vez que se reglamentó la medida, tuvo su impacto en el mercado, más allá de que en precios ya venía manifestándose un poquito. Ahí pasamos de valores que estaban de $120.000 y $130.000 a tocar los $160.000 la tonelada, lo cual disparó negocios”, manifestó Juan Manuel Uberti. “Esto hizo que tras un primer día con un volumen muy chico, tuviéramos después jornadas de entre 200.000 y 300.000 toneladas”, marcó Romano.
Si bien muchos industriales acompañaron este precio, Romano resaltó que lo hicieron con “un resultado de moler esa soja y venderla como aceite y harina, negativo, cuando la expectativa era al menos no perder”. Por último, el especialista consideró como “difícil” poder “tentar por precio al productor, que tiene mucha incertidumbre, poca soja y mucho riesgo por delante“.
“Al mismo tiempo, del exterior los compradores también saben que Argentina está generando una rentabilidad extra a la industria, y esto hace que los compradores internacionales de aceite y harina también especulen con una baja de precios. Eso coloca a la industria en una posición sumamente incómoda”, concluyó.
Por su parte, el analista de la corredora de granos Grassi, Juan Manuel Uberti, indicó que “en términos generales, una vez que se reglamentó la medida, tuvo su impacto en el mercado, más allá de que en precios ya venía manifestándose un poquito. Ahí pasamos de valores que estaban de $120.000 y $130.000 a tocar los $160.000 la tonelada, lo cual disparó negocios”.
Uberti apuntó que “hasta el jueves se negoció entre contratos nuevos y fijaciones unas 700.000 toneladas, lo que significó un buen volumen de negocios, sobre todo, si pensamos que hasta la semana anterior la comercialización estaba planchada”. Respecto de las próximas semanas, Uberti dijo que el mercado “va a seguir moviéndose, sobre todo, teniendo en cuenta que la medida sólo estará vigente durante septiembre, entendiendo que el productor puede tener necesidades financieras. Esto puede ser una semana o dos más”.
Por último, la BCR observó que la medida trajo consigo “una mejora en los precios, lo que podría dinamizar la comercialización de soja tanto 2022/23 como 2023/24″. “Esto se debe a que el programa estará vigente hasta fin de este mes, pero permitiendo anotar negocios con fecha hasta septiembre 2024, incluyendo seis meses de la próxima campaña de soja, aún no sembrada”, indicaron sus analistas.
Así, desde la Bolsa rosarina entienden que “se deberán esperar más jornadas de comercialización para dar cuenta sobre la evolución efectiva del programa. Por ahora, se mantiene una dinámica entre estable y creciente en términos generales para el Mercado Físico de Granos de esta Bolsa de Comercio de Rosario“.