La soja enfrenta sequía y nuevas amenazas en la región núcleo
La producción de soja en la región núcleo atraviesa uno de sus momentos más críticos debido a la sequía persistente, que ya ha causado la pérdida de hasta un 5% de los lotes en algunas zonas, según un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). A este panorama complejo se suma la aparición de nuevas amenazas, como la presencia de arañuelas, trips y la resistencia creciente del yuyo colorado, que agravan la situación de los cultivos.
Sequía severa y nuevas amenazas para la soja
La falta de lluvias suficientes ha dejado huella en los cultivos de soja de primera en el noreste de Buenos Aires, donde el 25% de los lotes presenta un estado calificado de regular a malo. Las pérdidas ya son palpables en localidades como Baradero y Pergamino, donde algunos lotes han sufrido abortos de flores y plantas debilitadas.
“En Baradero se estima una pérdida del 5% de la soja por la falta de agua, mientras que en Pergamino las pérdidas podrían ser aún mayores. En Bigand, los lotes están en floración y pronto entrarán en una etapa crítica sin agua, lo que podría generar más daños si no llueve pronto”, detalla el informe de la BCR.
En Marcos Juárez, la situación también es preocupante, ya que el potencial de rendimiento sigue en caída, dependiendo de lluvias que aún no llegan. Por otro lado, el centro-sur de Santa Fe muestra una perspectiva más alentadora, con la posibilidad de recuperación si se registran precipitaciones significativas en los próximos días.
Además de la sequía, los productores enfrentan la presión de insectos como arañuelas y trips, cuya proliferación está relacionada con las condiciones secas. Estas plagas no solo debilitan los cultivos, sino que también incrementan los costos de control y manejo.
Por otro lado, el yuyo colorado, una maleza conocida por su resistencia a los herbicidas, sigue escapando a los controles tradicionales. “Hemos aumentado la presión de herbicidas y empleado distintas estrategias para frenarlo; pero, aun así, logra escapar a los controles”, señalaron los productores en el informe.
El desafío de la soja de segunda
Para la soja de segunda, la situación es igualmente delicada. En Baradero, incluso si se registran lluvias, algunos lotes podrían perderse debido al daño acumulado. Sin embargo, en el centro-sur de Santa Fe, los cultivos aún muestran buen estado, aunque dependen de precipitaciones oportunas para sostener su desarrollo.
“La soja de segunda es particularmente vulnerable, ya que su desarrollo está condicionado a un suministro hídrico adecuado en las etapas críticas. Las lluvias pronosticadas para el fin de semana serán claves para determinar el destino de estos cultivos”, destacó la BCR.
La combinación de sequía, plagas y malezas resistentes plantea un desafío enorme para los productores de soja en la región núcleo. Aunque las lluvias podrían ofrecer un alivio temporal, las condiciones actuales ya han dejado huella en los rendimientos potenciales de esta campaña.
La necesidad de estrategias integradas, que incluyan tecnologías más efectivas para el manejo de plagas y malezas, y medidas que optimicen el uso del agua, será clave para enfrentar los desafíos de un clima cada vez más extremo y variable.