La Pampa: crece la producción de girasol en 2025 a pesar de la sequía


A pesar de las adversas condiciones climáticas que impactaron en el desarrollo del cultivo, la producción de girasol en La Pampa experimentó un notable incremento en la última campaña. Según estimaciones oficiales, se prevé una cosecha de 537 mil toneladas, lo que representa un aumento del 20% respecto a la campaña anterior. Este crecimiento se atribuye, fundamentalmente, a la ampliación de la superficie sembrada, que permitió compensar la caída en los rendimientos.

La cosecha de girasol comenzó hacia finales de febrero, con cierto retraso en comparación con el año pasado. Los primeros datos reflejan un rendimiento promedio provincial de 19 quintales por hectárea (qq/ha), ligeramente inferior al registrado en la campaña previa y tres quintales por debajo del promedio histórico. Este descenso se debe a que el período crítico del cultivo coincidió con un escenario de estrés hídrico y térmico provocado por la falta de lluvias y las altas temperaturas de enero. Como resultado, el llenado de granos se vio afectado, limitando el rendimiento potencial.

Girasol, La Pampa

A nivel regional, se observan marcadas diferencias en los rindes. Mientras que en el departamento de Maracó se espera un promedio de 25,2 qq/ha, en Atreucó los valores rondan los 13,5 qq/ha, reflejando la disparidad de precipitaciones y condiciones del suelo en las distintas zonas productivas de la provincia.

Girasol, argentina, descubrimiento

Impacto de las lluvias de febrero

Las precipitaciones registradas en febrero y principios de marzo contribuyeron a mejorar la humedad del perfil en algunas áreas, lo que resulta alentador para los cultivos estivales aún en desarrollo. No obstante, la situación es heterogénea: en el norte provincial las lluvias superaron los valores históricos, mientras que en el sur se mantuvieron por debajo del promedio.

El análisis comparativo de los mapas de agua útil al 28 de febrero y 2 de marzo refleja una leve recuperación de la humedad del suelo, lo que podría beneficiar a cultivos como la soja temprana, la soja de segunda, el maíz tardío y el maní, que aún se encuentran en etapas clave de definición de rendimiento.

Girasol, La Pampa

Estado sanitario de los cultivos

En términos de sanidad, la presencia de plagas y enfermedades continúa siendo un factor a monitorear. Según datos del informe de Bichoaviso y de técnicos en la región, en soja se han detectado niveles moderados de arañuela (Tetranychus urticae), oruga medidora (Rachiplusia nu), oruga bolillera (Helicoverpa gelotopoeon) y chinches (Nezara viridula, Piezodorus guildinii y Dichelops furcatus).

En maní y maíz también se reportaron ataques esporádicos de arañuela, mientras que en este último cultivo se identificó la presencia de roya de la hoja (Puccinia sorghi) y del Mal de Río Cuarto (MRCV), aunque con baja incidencia. En el caso del girasol, se han detectado focos de oruga medidora, aunque sin un impacto significativo en la producción hasta el momento.

girasol, La Pampa

A pesar de las dificultades climáticas, el incremento en la producción total de girasol permite a La Pampa mantener su importancia dentro del sector agrícola nacional. Con una participación del 12% en la producción argentina y un 14,4% de la superficie cultivada con este grano, la provincia sigue consolidándose como un actor clave en el mercado.

Girasol, La Pampa

De cara a los próximos meses, los especialistas advierten que será crucial continuar con un monitoreo detallado del estado de los cultivos, especialmente en lo que respecta a la evolución de las precipitaciones y la incidencia de plagas y enfermedades. En este contexto, la información técnica y la planificación estratégica serán determinantes para garantizar la estabilidad y rentabilidad del sector agropecuario pampeano.