La Pampa: el sur de la provincia vive una situación alarmante y murieron más de 5000 animales
La situación descrita en el sur de La Pampa es alarmante y refleja los impactos devastadores de la sequía prolongada en la actividad ganadera. La ausencia de lluvias durante varios años consecutivos agotó las pasturas y los recursos hídricos, dejando a los animales sin alimentos ni agua adecuados para su supervivencia.
El informe de la periodista Rosana Erviti revela cifras preocupantes, con más de 5.000 animales muertos y decenas de miles de cabezas de ganado sacrificadas prematuramente o trasladadas a otras áreas en busca de condiciones más favorables. Estas pérdidas representan un golpe significativo para los productores rurales de la región, que dependen de la ganadería como fuente principal de ingresos.
Es fundamental que se tomen medidas urgentes para abordar esta crisis, proporcionando apoyo y recursos a los afectados, así como implementando estrategias de mitigación a largo plazo para hacer frente a los efectos del cambio climático y las condiciones climáticas extremas. La colaboración entre el gobierno, los agricultores y otros actores relevantes es esencial para enfrentar esta situación y trabajar hacia una solución sostenible.
La información adicional proporcionada revela aún más la gravedad de la situación en el sur de La Pampa. A pesar de que en 2023 se registraron algunas precipitaciones, la distribución irregular de las lluvias, especialmente durante los períodos clave de otoño y primavera, no fue suficiente para revitalizar los pastizales y asegurar la disponibilidad de forraje para el ganado.
La salida masiva de animales de la zona, como se refleja en el aumento de los números desde mayo de 2023 hasta la actualidad, es un indicador claro de la desesperada situación a la que se enfrentan los productores ganaderos. La falta de agua y pasto adecuados obligó a muchos a tomar decisiones difíciles, como sacrificar animales prematuramente o trasladarlos a otras áreas donde puedan encontrar recursos suficientes para sobrevivir.
Además, el clima extremo continuó afectando la región en 2024, con un enero particularmente caluroso y ventoso, donde las precipitaciones nuevamente fueron escasas y variables en diferentes áreas. Esta combinación de sequía prolongada y condiciones climáticas adversas crea un entorno extremadamente desafiante para la actividad ganadera y destaca la necesidad urgente de medidas de apoyo y soluciones a largo plazo para garantizar la sostenibilidad de la producción agropecuaria en la región.
La situación descrita refleja la extrema dificultad a la que se enfrentan los productores ganaderos en el sur de La Pampa. A pesar de los esfuerzos por ajustar el manejo del ganado y mantener los rodeos a través de prácticas como destetes anticipados, ventas de vacas de refugo y suplementación alimentaria, la falta de recursos naturales como pasto y agua llevó a una descapitalización generalizada entre los productores.
La necesidad de vender vientres y el sacrificio de capital ganadero son medidas desesperadas tomadas por muchos para intentar sobrevivir en medio de la crisis. La pérdida de animales y la necesidad de vender a precios bajos agravan aún más la situación financiera de los productores, lo que lleva a algunos a abandonar completamente la actividad ganadera.
Es evidente que la magnitud de la sequía y sus efectos en la región superaron los recursos y capacidades de los productores, a pesar de sus esfuerzos por adaptarse y mitigar los impactos. Esta crisis subraya la importancia de la planificación y la preparación para eventos climáticos extremos, así como la necesidad de políticas de apoyo y resiliencia para proteger a los productores agropecuarios en momentos de crisis como estos.