La Niña y la soja: ¿cuándo conviene sembrar por el clima?


La campaña de soja 2023/24 en Argentina plantea un desafío considerable para los productores, especialmente en Córdoba, donde las condiciones del clima son un factor determinante. Las recientes experiencias con el fenómeno climático de La Niña, caracterizado por la sequía y el estrés térmico, han generado dudas entre los agricultores: ¿es mejor sembrar temprano con perfiles de humedad insuficientes o esperar la recarga hídrica adecuada, arriesgándose a un retraso en la siembra?

Este interrogante fue abordado el pasado 3 de septiembre durante una jornada organizada por Aapresid en la sede del INTA Manfredi, Córdoba. El ingeniero agrónomo Marcos Murgio, del INTA, presentó los resultados de la última campaña de soja, basándose en los datos publicados por la Red Nacional de Evaluación de Cultivares de Soja (RECSO), y brindó una visión integral de la situación actual y las lecciones aprendidas de cara a la nueva campaña.

Resultados de la campaña pasada

Según los datos de RECSO, que evaluó los rendimientos de soja en 99.074 hectáreas distribuidas en las 11 regionales cordobesas de Aapresid, la campaña pasada mostró rendimientos promedio positivos. A nivel general, los productores lograron un rendimiento cercano a los 35 quintales por hectárea (qq/ha), con variaciones que oscilaron entre los 30 qq/ha en las subregiones 1 y 3, y techos de 40 qq/ha en las subregiones 4 y 5.

En líneas generales, los promedios superaron los registros históricos en las subregiones 3, 4 y 5. Sin embargo, la soja de segunda presentó rendimientos alineados con la media de las últimas campañas, evidenciando las dificultades propias de los cultivos de segunda en condiciones de estrés hídrico.

El impacto del estrés hídrico en 2023/24

Uno de los principales factores que influyó en los rendimientos de la campaña pasada fue el estrés hídrico, agravado por el fenómeno de La Niña. Las temperaturas elevadas y las heladas tempranas afectaron negativamente el desarrollo de los cultivos de soja, reduciendo el potencial de rendimiento. Estos eventos climáticos, especialmente las olas de calor, generaron un importante estrés térmico, limitando el crecimiento y la producción.

Murgio subrayó que la combinación de altas temperaturas y la falta de agua condicionaron los resultados, a pesar de que la campaña en general fue favorable en términos de rendimientos promedio.

La siembra de soja en un año de La Niña: ¿sembrar temprano o esperar?

Una de las mayores decisiones para los productores este año será la fecha de siembra. El análisis presentado por Murgio destacó que sembrar temprano, en condiciones de humedad escasa, puede resultar en menores rendimientos, pero retrasar la siembra para esperar la recarga del perfil de humedad tampoco es garantía de éxito.

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En la campaña pasada, los productores en el sur de Córdoba, donde la humedad en el perfil fue suficiente, pudieron sembrar entre mediados de noviembre y finales de diciembre, obteniendo rendimientos superiores. Por el contrario, en zonas como Monte Cristo, Río Segundo y Río Tercero, las siembras se retrasaron hasta diciembre debido a la falta de agua, lo que se tradujo en menores resultados.

Los datos revelaron que, en promedio, se pierde alrededor de 24 kilos por hectárea en rendimiento por cada día de retraso en la siembra. Este hallazgo pone en relieve la importancia de no esperar demasiado para sembrar, pero también de no hacerlo con perfiles completamente secos, ya que podría limitarse el potencial de la soja desde el inicio.

Manejo de plagas y uso de fertilizantes

El manejo adecuado de plagas y la fertilización son otros factores clave para maximizar los rendimientos en la campaña 2023/24. Según los datos presentados, un 25% de las muestras de suelo analizadas revelaron niveles insuficientes de fósforo, un nutriente esencial para el crecimiento de la soja. Murgio expresó su preocupación por la posible disminución en las aplicaciones de fertilizantes, lo que podría comprometer la productividad de los cultivos.

En cuanto a plagas y malezas, el yuyo colorado y la rama negra continúan siendo los problemas más prevalentes en la región. Además, plagas como las chinches y las arañuelas han aumentado su presencia, especialmente en áreas afectadas por la sequía.

Lecciones para la campaña 2023/24

En resumen, la campaña de soja 2023/24 presenta un escenario complejo para los productores de Córdoba. La influencia de La Niña y el riesgo de estrés hídrico hacen que la fecha de siembra sea un factor determinante. Si bien es crucial no sembrar con perfiles secos, también es necesario evitar retrasos excesivos que podrían afectar significativamente los rendimientos.

El manejo adecuado de los nutrientes y el control de plagas serán igualmente importantes para garantizar una campaña exitosa. Frente a estos desafíos, los productores deberán tomar decisiones estratégicas, basadas en el monitoreo constante de las condiciones climáticas y agronómicas, para maximizar el potencial de sus cultivos en un año marcado por la incertidumbre.