La carne bovina aumentó por debajo de la inflación de abril
En abril, el precio de la carne vacuna registró un incremento del 4,9%, posicionándose por debajo de la inflación general, que fue del 8,8% según datos del Gobierno. La Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra) destacó que, dentro del rubro de alimentos, las carnes y sus derivados se situaron entre los productos que menos aumentaron en precio.
Incrementos en Precios de Carnes y Aves
- Carne vacuna: El aumento promedio en las carnicerías fue del 4,9% entre marzo y abril.
- Pollo: El precio del pollo subió un 8,2% en el mismo período, un incremento considerablemente mayor que el de la carne vacuna.
Por Cortes de Carne Vacuna
- Carne picada común: Aumento del 5,9%
- Paleta: Aumento del 5,7%
- Nalga: Aumento del 4,6%
- Cuadril: Aumento del 4,4%
- Asado: Aumento del 2,6%
Además, el valor de la caja de hamburguesas experimentó un aumento del 2,2% en la comparación mensual.
Los incrementos en el precio de la carne vacuna, aunque presentes, fueron moderados en comparación con la inflación general y otros productos alimenticios. Este comportamiento sugiere que la carne vacuna, en particular, tuvo una contención en sus aumentos de precio relativa al resto del mercado. Por otro lado, el precio del pollo mostró una tendencia al alza más pronunciada, lo que puede estar relacionado con factores específicos del mercado avícola, como los costos de producción y la oferta y demanda del sector.
El menor incremento en el precio de la carne vacuna respecto a la inflación puede aliviar parcialmente la carga financiera de los consumidores en un contexto de alta inflación. Sin embargo, el incremento del precio del pollo puede afectar a aquellos consumidores que buscan alternativas más económicas a la carne vacuna.
Cayó el consumo
A pesar de los incrementos moderados en los precios de la carne vacuna, el consumo interno en Argentina no mostró signos de recuperación significativa. En el primer cuatrimestre del año, el consumo per cápita de carne vacuna se situó en 42,4 kilos, lo que representa una caída del 18,5% en comparación con el mismo período del año anterior. Esto significa que el consumo promedio por habitante disminuyó en 9,6 kilos en un año.
Factores Contribuyentes a la Caída del Consumo
- Restricción en la oferta: La disminución en la disponibilidad de hacienda para faena jugó un papel crucial en la reducción del consumo. Una menor cantidad de animales faenados implica una oferta más limitada de carne en el mercado interno.
- Disminución del poder adquisitivo: La alta inflación y la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los consumidores llevaron a una contracción en la demanda. Aunque los precios de la carne no aumentaron tanto como otros productos, la capacidad de compra de los consumidores se vio mermada.
