¿Es verdad lo que dice Knorr sobre la agricultura regenerativa en sus productos?


La agricultura regenerativa es un tema de agenda en el campo argentino. En un contexto donde los consumidores buscan productos más naturales y responsables con el medio ambiente, Knorr, la reconocida marca de caldos y vegetales deshidratados de Unilever, afirma haber dado un paso hacia la sostenibilidad mediante la implementación de prácticas de agricultura regenerativa en sus cultivos en Argentina. Esto ha generado curiosidad y dudas, por lo que el medio Bichos de Campo decidió investigar si este mensaje en los empaques de sus productos responde a un compromiso real o simplemente a una estrategia de marketing.

¿Qué es la agricultura regenerativa?

La agricultura regenerativa es un enfoque que, más allá de la sostenibilidad, busca restaurar y mejorar la salud del suelo y la biodiversidad. En lugar de enfocarse solo en evitar el daño, el objetivo es revertir el desgaste del suelo causado por prácticas agrícolas intensivas. Este enfoque incorpora principios como el uso de cultivos de cobertura, la integración de cultivos y el compostaje, lo que fomenta la fertilidad natural y reduce la dependencia de insumos químicos externos. Según el investigador José “Pepe” Portela, especialista en agricultura regenerativa del INTA La Consulta, este tipo de agricultura “devuelve funcionalidad al suelo, a los recursos naturales, y al ecosistema en general”.

Knorr y su compromiso en Mendoza

Con una planta productiva en el Gran Mendoza, Knorr ha trabajado junto al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) durante más de una década en el desarrollo de cultivos especialmente adaptados para el deshidratado, como zapallos, cebollas y zanahorias. Esta colaboración se formalizó mediante un convenio de investigación que acaba de cumplir su 30 aniversario. Fruto de este trabajo, se han creado variedades como el zapallo “Zapuco INTA” y la cebolla “Alfredo INTA”, que mejoran el rendimiento y la calidad para la industria del deshidratado.

Además, estos cultivares han permitido a Knorr reducir el desperdicio y mejorar su competitividad en el mercado, lo que les abre la puerta a la exportación y a posicionar productos argentinos en otros mercados. Victoria Notti, representante de comunicación de Unilever, destaca que la decisión de adoptar la agricultura regenerativa responde a una preocupación por la salud de los suelos, que, según un estudio de la FAO, enfrentan un alto riesgo de erosión. “Para el 2030, se estima que el 95% de los suelos estarán erosionados”, afirma Notti, remarcando la importancia de estos proyectos para el futuro de la alimentación.

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El papel del INTA y la colaboración público-privada

El INTA, junto con los productores locales, ha sido un actor clave en la implementación de la agricultura regenerativa en los cultivos de Knorr. Además de sus esfuerzos en mejorar la genética de los cultivos, el INTA colabora en la creación de manuales y guías técnicas que permiten a los productores adoptar estas prácticas en un marco científico. José Portela señala que, sin la colaboración y el incentivo de empresas como Unilever, “a estos productores les costaría mucho más pensar en modelos alternativos”.

Portela también menciona que empresas de distintos sectores, como Nestlé, Danone, e incluso textiles, han empezado a adoptar guías de agricultura regenerativa, lo que muestra un cambio de mentalidad en las corporaciones a nivel global. En el caso de Knorr, Portela considera que existe “una vocación real de hacer las cosas de manera diferente”, motivando a los agricultores a mejorar la salud del suelo y, con ello, la sostenibilidad de toda la cadena de producción.

Respuesta del mercado: consumidores conscientes

En línea con esta tendencia, los estudios de mercado indican que la demanda de productos naturales y sostenibles sigue en aumento. Unilever destaca que “el 66% de los consumidores prefiere productos naturales”, un porcentaje aún mayor entre las generaciones más jóvenes, quienes valoran especialmente el respeto por el medio ambiente. Notti sostiene que este cambio de comportamiento es una oportunidad para que empresas como Knorr se posicionen como marcas responsables, respondiendo a una exigencia legítima de los consumidores.

Agricultura regenerativa: ¿un futuro viable?

Portela, quien ha trabajado extensamente en la promoción de la agricultura regenerativa, explica esta filosofía mediante una analogía futbolística: en lugar de tener solo a un jugador estrella (la fertilización química), se necesita todo un equipo que incluya una biodiversidad de microorganismos, plantas y nutrientes que apoyen la producción. La agricultura regenerativa es una “estrategia de juego” que permite reducir el uso de insumos externos al tiempo que mejora la productividad y preserva la salud del suelo.

La implementación de estos principios no solo busca incrementar la producción, sino también garantizar que la tierra siga siendo fértil y saludable a largo plazo, lo cual resulta crucial en un contexto de cambio climático y agotamiento de los recursos naturales. Para el INTA, fomentar estos modelos alternativos de producción es un rol primordial, y esperan que más empresas y productores se sumen a esta iniciativa.

La investigación realizada en la planta de Knorr en Mendoza sugiere que el compromiso de la empresa con la agricultura regenerativa es genuino y respaldado por el INTA y la ciencia. Lejos de ser solo una estrategia de marketing, la adopción de estas prácticas responde a una visión de futuro que reconoce la importancia de los suelos y la biodiversidad para la sostenibilidad. Con una demanda creciente de productos naturales, Knorr parece haber encontrado una estrategia para alinear sus intereses comerciales con los de un consumidor cada vez más consciente y exigente.