Javier Milei pidió la renuncia de Axel Kicillof y la intervención de Buenos Aires en 2025
El presidente de la Nación, Javier Milei, pidió públicamente la renuncia del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, con el objetivo de que el Gobierno nacional pueda intervenir la provincia de Buenos Aires. La solicitud se dio en el marco de la conmoción por el crimen de Kim Gómez, una niña de siete años asesinada durante un robo en la ciudad de La Plata.
La propuesta de Javier Milei generó una fuerte reacción en el ámbito político y reavivó el debate sobre la seguridad en la provincia más poblada del país. Desde su llegada a la Casa Rosada, el mandatario ha criticado en varias oportunidades la gestión de Kicillof, pero en esta ocasión fue más allá al sugerir que la Nación asuma el control de Buenos Aires para implementar su propia política en la materia.
El mensaje de Javier Milei y su pedido de intervención
A través de su cuenta en la red social X (ex Twitter), el presidente expresó su frustración con la situación de inseguridad en el conurbano bonaerense y acusó al gobernador de ser “incompetente”. “Si le interesa el bienestar de los bonaerenses, córrase del camino (esto es, renuncie) y déjenos intervenir la provincia. En un año nosotros vamos a terminar con la violencia”, sostuvo Javier Milei en su publicación.
El presidente argumentó que la inseguridad en Buenos Aires es un “baño de sangre” y afirmó que Kicillof “no puede resolver el problema”. Además, vinculó la postura del gobernador con la doctrina del exjuez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, a quien responsabiliza de haber promovido una política garantista que, según su visión, beneficia a los delincuentes.
“No se puede trabajar con alguien que cree que los delincuentes son las víctimas mientras nosotros creemos que los delincuentes son los malos y el que las hace, las paga”, enfatizó el jefe de Estado, reafirmando su posición de endurecer las penas y aplicar medidas más rígidas contra la delincuencia.
La respuesta de Kicillof y la acusación de uso político
El gobernador bonaerense respondió a las declaraciones de Milei con un mensaje contundente en el que lamentó el asesinato de Kim Gómez, pero también acusó al presidente de utilizar políticamente la tragedia.
“Hoy es un día triste. Sé que algunos usan esto para ganar un voto, lucrar con el dolor y ver si pueden sacar una ventaja”, expresó Kicillof en una conferencia de prensa. El mandatario provincial aseguró que “la respuesta tiene que ser el acompañamiento del Estado” y rechazó la idea de que la solución a la inseguridad pase por la reducción de la edad de imputabilidad, una medida que impulsa el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Kicillof también enfatizó que “se tienen que castigar a los responsables”, pero evitó entrar en una confrontación directa con el Gobierno nacional sobre la posibilidad de una intervención en la provincia. No obstante, dirigentes cercanos al gobernador calificaron el pedido de Javier Milei como “una locura institucional” y recordaron que la intervención de una provincia solo puede llevarse a cabo a través de un proceso legislativo que involucra al Congreso Nacional.
Un nuevo conflicto entre Nación y Provincia
El enfrentamiento entre Javier Milei y Kicillof no es nuevo. Desde el inicio de su mandato, el presidente ha señalado reiteradamente a la provincia de Buenos Aires como un “modelo de fracaso” en términos de seguridad, gestión económica y administración pública. A su vez, Kicillof ha criticado los recortes en los recursos destinados a la provincia y la falta de diálogo por parte del Ejecutivo nacional.
El crimen de Kim Gómez profundizó esta tensión y llevó la discusión a un nuevo nivel. La inseguridad sigue siendo una de las principales preocupaciones de los bonaerenses y, a pesar de los distintos enfoques entre ambos mandatarios, la crisis persiste.
Mientras Javier Milei insiste en la necesidad de aplicar medidas más drásticas y tomar el control de la provincia, Kicillof sostiene que la respuesta debe ser integral y no solo represiva. En este contexto, la discusión política parece eclipsar la búsqueda de soluciones concretas para mejorar la seguridad en Buenos Aires.
Por el momento, la posibilidad de una intervención sigue siendo solo una declaración política. Sin embargo, el cruce entre Nación y Provincia deja en evidencia la profunda grieta que separa a ambos gobiernos y que, lejos de cerrarse, sigue ampliándose con cada nuevo episodio de conflicto.
