INTA: acuerdos y límites en el plan de “modernización” impulsado por el Gobierno
El Gobierno y el consejo directivo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) alcanzaron un acuerdo parcial tras intensas negociaciones sobre el controvertido plan de “modernización” propuesto por el Ejecutivo. Aunque se logró consenso en algunos puntos, otros aspectos centrales, como la venta de terrenos y los despidos, quedaron en suspenso o fueron rechazados.
Terrenos en el foco del debate
Uno de los temas más disputados fue la venta de inmuebles del INTA, un punto clave en el plan oficial. Inicialmente, el Gobierno había propuesto deshacerse de varios terrenos, pero el acuerdo final limitó esta medida.
- Inmueble en Palermo: Se decidió avanzar con la subasta del edificio ubicado en la calle Cerviño, en el barrio porteño de Palermo. Este inmueble, valuado en 6 millones de dólares, será subastado el 23 de diciembre.
- Terreno en Salta: En lugar de ser vendido, como proponía el Ejecutivo, el terreno de 40 hectáreas en Salta será cedido a la provincia para un plan de viviendas. A cambio, el INTA recibirá viviendas o su equivalente en valor como compensación.
Despidos y recursos humanos
Otro punto sensible fueron los despidos. Mientras que el Gobierno impulsaba ajustes en la planta de personal del organismo, las entidades rurales y académicas lograron evitar las desvinculaciones forzadas.
- Retiros voluntarios: Se aprobó la implementación de un programa de retiros voluntarios que podría afectar a 298 empleados del INTA.
- Nombramientos: El Ejecutivo buscaba colocar a ocho personas en direcciones nacionales del organismo, pero este pedido fue rechazado. Sin embargo, se autorizó la creación de cuatro nuevos puestos en el Consejo Nacional del INTA, algunos de los cuales estarían vinculados a Aapresid, una organización de la que provienen el presidente del INTA, Nicolás Bronzovich, y la vicepresidenta, María Beatriz Giraudo.
El plan de “modernización” también incluyó propuestas de reestructuración organizativa. Aunque algunos aspectos lograron aprobación, los avances fueron limitados:
- Intervenciones en direcciones nacionales: El rechazo a los nombramientos directos propuestos por el Ejecutivo representa un revés para el Gobierno en su intento de aumentar el control sobre el organismo.
- Creación de puestos: La incorporación de cuatro asesorías al Consejo Nacional del INTA fue aprobada, una concesión que permite cierto margen de acción al Gobierno.
El resultado de las negociaciones evidencia un avance parcial del Ejecutivo en su plan de reestructuración del INTA. Aunque logró la venta del edificio de Palermo y la implementación de retiros voluntarios, otros puntos clave, como despidos masivos y mayores ventas de terrenos, fueron bloqueados o condicionados.
La postura firme de las entidades rurales y académicas en el consejo directivo logró preservar áreas estratégicas y recursos humanos del organismo, mientras que el Ejecutivo tuvo que conformarse con avances puntuales en su plan de “modernización”.
El desenlace deja claro que el INTA seguirá siendo un espacio de tensión entre intereses políticos, productivos y sociales, con nuevas negociaciones por delante para definir su futuro.