Alerta en el INTA: Juan Cruz Molina renunció a la presidencia


El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) se vio sacudido por la inesperada renuncia de su presidente, Juan Cruz Molina. El dirigente cordobés, quien asumió el cargo convocado por el exsecretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, confirmó su salida debido a diferencias con el Ministerio de Economía, el organismo del cual depende el INTA.

Una renuncia que sorprendió al sector

La renuncia de Juan Cruz Molina fue confirmada por el propio dirigente este martes por la noche. En diálogo con medios especializados, Molina explicó que su decisión fue motivada por “diferencias entre los pedidos del Ministerio y mi propuesta de gestión”, haciendo referencia a la presión del Poder Ejecutivo para realizar recortes en la institución.

Molina, con una trayectoria política importante como exsecretario de Agricultura de Córdoba, asumió la presidencia del INTA con una visión técnica y con el objetivo de modernizar el organismo. Sin embargo, según trascendió, la renuncia fue el resultado de las tensiones con el Ministerio de Economía, que habría presionado para implementar un drástico recorte en la planta de personal del INTA.

El recorte en el INTA: ¿El detonante de la renuncia?

Según fuentes cercanas al organismo, el conflicto se habría intensificado por la implementación de un programa de retiros voluntarios. Este plan, promovido por el Ministerio de Economía, tenía como objetivo reducir la plantilla en 900 puestos, aunque hasta ahora solo 250 profesionales habrían accedido a la oferta. Esta discrepancia entre los números proyectados y los resultados reales habría generado tensiones que contribuyeron a la salida de Molina.

Molina, en varias ocasiones, defendió la necesidad de contar con el personal adecuado para cumplir con los objetivo. En una entrevista anterior con el medio Infocampo, afirmó que el organismo no había aumentado su plantilla en los últimos cinco años y que las incorporaciones se hacían a través de concursos, con un fuerte enfoque en la formación de jóvenes profesionales. Esta postura técnica y su resistencia a implementar ajustes drásticos parecen haber chocado con los intereses del Ministerio de Economía, que busca reducir gastos en diversas áreas del sector público.

Un perfil técnico frente a una gestión más política

La llegada de Juan Cruz Molina al INTA estuvo vinculada a Fernando Vilella, exsecretario de Bioeconomía, quien fue destituido de su cargo hace unos meses. Vilella, un académico con un enfoque en la ciencia y la innovación en la producción agropecuaria, compartía con Molina la visión más moderna y tecnificada. No obstante, con la salida de Vilella, el escenario comenzó a cambiar, y la renuncia de Molina parece ser una consecuencia de este giro en las prioridades gubernamentales.

Es probable que el gobierno esté buscando un perfil más alineado con sus políticas de ajuste fiscal. Según analistas del sector, la renuncia de Molina podría dar paso a la designación de un dirigente con un perfil más político, capaz de implementar las reducciones de personal y los ajustes presupuestarios que el Ministerio de Economía busca imponer en el INTA.

Un INTA en transición

La renuncia de Molina ha generado incertidumbre sobre el futuro inmediato del INTA. A pesar de las tensiones, el dirigente cordobés expresó su gratitud por la oportunidad de liderar la institución y su disposición a colaborar en la transición. Sin embargo, el proceso de ajuste en el organismo parece inevitable.

Los recortes propuestos no solo afectan al INTA, sino también a otras instituciones científicas y técnicas del país, lo que ha generado preocupación en diversos sectores que dependen del trabajo de estos organismos para avanzar en innovación y desarrollo.

El futuro del INTA bajo la lupa

El INTA, una institución clave para el desarrollo agropecuario de Argentina, enfrenta un futuro incierto en medio de la implementación de políticas de ajuste por parte del gobierno. La renuncia de Molina refleja la tensión entre las demandas de austeridad fiscal y la necesidad de mantener una estructura técnica sólida en un organismo que es crucial para el sector agroindustrial del país.

El reemplazo de Molina y las medidas que se adopten en los próximos meses determinarán el rumbo que tomará el INTA en un contexto económico complejo. Mientras tanto, los actores del sector agropecuario y científico seguirán de cerca los movimientos dentro del organismo y sus implicancias para la producción y la innovación en Argentina.