INTA: Modernización, despolitización y ajuste bajo la nueva gestión de Nicolás Bronzovich
En un contexto de revisión y cambios estructurales, el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Nicolás Bronzovich, reafirmó su compromiso de modernizar el organismo, reducir su burocracia y despolitizar su funcionamiento. En una entrevista reciente con Radio Rivadavia, el funcionario detalló los planes de su gestión y justificó medidas que han generado controversia, como el ajuste presupuestario y la reorientación de prioridades del instituto.
Un cambio necesario en el INTA
Bronzovich asumió la presidencia del INTA hace poco más de un mes, tras la renuncia de Juan Cruz Molina, con el objetivo de acelerar un proceso de ajuste y modernización que ya estaba en marcha. “Vine a catalizar cambios. Alguien lo llamó ajuste, pero prefiero hablar de adecuación. Lo importante es devolver al INTA su foco original: ofrecer soluciones a las problemáticas del agro”, aseguró.
El presidente subrayó que el instituto ha perdido parte de su misión principal al involucrarse en programas de asistencia social, actividades que, según su visión, no corresponden a la naturaleza tecnológica y agropecuaria del INTA. “Cuando la política busca en el INTA lo que no debe, se desvirtúan los objetivos. El INTA debe concentrarse en la generación y transferencia de conocimiento para el sector productivo”, enfatizó.
Con un presupuesto cercano a los 227 millones de dólares, el INTA destina el 85% de sus recursos a salarios de 6.500 empleados. Según Bronzovich, este porcentaje pone en evidencia la necesidad de analizar la eficiencia del personal y priorizar las áreas que impacten directamente en la productividad.
El funcionario aseguró que el proceso de revisión incluirá un análisis exhaustivo de 75 días sobre las áreas operativas del instituto. “Quienes contribuyan a la productividad seguirán, pero aquellos en áreas que no generen impacto productivo tendrán que reubicarse, ya sea dentro o fuera del INTA. El agro argentino ofrece múltiples oportunidades laborales”, señaló.
En este sentido, destacó la importancia de la colaboración público-privada y el rol del sector agroindustrial para absorber posibles desplazamientos de personal.
Innovación y transferencia tecnológica
Bronzovich resaltó la necesidad de avanzar en la integración con el sector privado y en la adopción de tecnologías digitales, áreas donde el INTA debe actuar como un facilitador en lugar de un generador exclusivo de innovaciones. “El mundo privado produce mucha tecnología. Nuestra labor debe enfocarse en la transferencia de ese conocimiento al productor”, explicó.
Además, subrayó la relevancia del programa de agtechs del instituto, que calificó como un espacio joven pero prometedor, donde la sinergia con el sector privado es crucial.
Para llevar adelante estos cambios, se formó un equipo consultor multidisciplinario con profesionales externos, incluyendo agrónomos, veterinarios, abogados y especialistas en diversas áreas. Este grupo trabajará durante un semestre para evaluar procesos y recursos, brindando una perspectiva independiente.
En cuanto a los recursos físicos, Bronzovich indicó que el INTA cuenta con entre 110.000 y 120.000 hectáreas, de las cuales solo 47.000 están destinadas a la investigación. “El resto de las hectáreas deben ser analizadas y puestas en valor. Argentina no puede permitirse recursos improductivos”, sentenció.
Una de las críticas más contundentes de Bronzovich fue hacia la politización del organismo. “La política se metió donde no debía, y eso afecta la capacidad del INTA de cumplir su misión. Queremos un instituto autónomo, enfocado en la tecnología, no en cuestiones políticas”, declaró.
El camino trazado por Bronzovich busca devolver al INTA su protagonismo como referente en innovación agropecuaria. Sin embargo, las medidas propuestas han generado debate dentro y fuera del organismo. Mientras avanza el proceso de evaluación, la nueva gestión enfrenta el desafío de equilibrar modernización, eficiencia y sostenibilidad en un sector clave para la economía argentina.